Supermercados: Una prueba a la Paciencia humana...



En el devenir del quehacer humano; una de las tantas actividades importantes para nuestra cotidianidad, es sin dudas el acto de ir a los supermercados. Pues gracias a estos, podemos disponer de toda una amplía gama de productos esenciales para nuestra subsistencia como individuos; ayudandonos así, a hacer nuestras vidas màs faciles y comodas.

Hoy dìa, asistir a un supermercado es una actividad rutinaria y harto necesaria. Y no exagero al decir que hoy por hoy, un Supermercado podrìa ser considerado la mejor muestra del espejo de la sociedad colectiva. En esta amalgama de humanidad y consumismo, las clases sociales no existen. Y toso los individuos son observados, bajo una misma lente.

Desde la ama de casa ricachona con su tufo a Channel Nº5; hasta el pobre morizo de rostro esculpido en mugre. Desde el delicuente de cuello blanco; hasta el carterista astuto. Chicas consentidas, hombres de letras, sacerdotes, obreros, Metaleros, emos y otras escorías, se dan cita día a día en estos hervideros de consumo básico.

Hasta aquí, todo suena muy bien. Tanto así que hasta un sociólogo ocioso, podría hacer una tesís sobre el fenómeno de masas presente en los supermercados. Sin embargo, para mi las cosas son un tanto diferentes. ¿Por qué? bien, ahora les digo...

Estamos deacuerdo en el hecho de que los supermercados son indispensables en nuestras vidas; y ese punto nadie lo va discutir. No obstante, en este mundo, existimos individuos, que por mucho que la necesidad lo dicte, no soportamos poner un pie en este clase de lugares, y sentimos que la experencia de compra colectiva, es un verdadero infierno.

Para mí, los supermercados son uno de los lugares ¡¡más molestos sobre la faz de la tierra!! y eso es algo que he venido acarreando desde que era niño.

En aquel entonces, y cada quincena, mi madre tenía la costumbre de ir a hacer las compras de la jornada; y dado a que mi hermana salía muy tarde del trabajo; yo era el único con tiempo disponible, para acompañarla en tan horrible tarea. No me mal entiendan. No tengo nada en contra de ayudar a mi madre. Aún así, el ambiente de los supermercados es sumamente detestable.

Sí algo que realmente me crispa los nervios, es el tener que caminar sobre un pasillo atestado de personas, que lo único que saben hacer es atravesarse con un pinche carrito, mientras luchas por llegar a un lugar abierto. Como sí fuera poco, hay personas que creen que los supermercados son un paseo; y se detienen a cada rato a comtemplar los productos; como sí las obras del museo de Louvre, fueran cualquier mierda. ¡¡Puta como me estresan!!.

Por sí fuera poco, los muy desgraciados, también piensan que los supermercados son un fascinante "playground" al cual llevar a sus hijos; y nunca falta el bendito mocoso que se te mete en medio, te tira al suelos los productos, o mejor aún; rompen un frasco de mayonesa causando que el encargado de limpieza, llegue a hacer más presa en el pasillo.

Otra cosa que odio de los supermercados; es la música. Aunque algunos tienen tonadas relajantes; hay otros que por el contrario, ponen música bastante molesta (por citar un ejemplo, aquí en Costa Rica, que ponen "Salsa" o "Merengue") haciendo que la gente se ponga a bailar en medio pasillo.

Lo peor de todo, es cuando uno anda con prisa, y es ahí donde surge una de las grandes preguntas del univero:

¿¿¿PORQUE PUTAS, habiendo 10 o más Cajas; SOLO ESTAN ATENDIEDO 2 PINCHES CAJEROS???

Lo más frustrante de todo, es la condenada fila tan larga que uno se traga, para que al final de la misma pase lo siguiente:

1. La cajera ya termino su turno, y tienes que esperar a que venga otra para cubrirla, y así seguir con las compras.

2. Que llegues a la caja y te digan que el producto que traes no tiene código, y vete tú al demonio a buscar otro que sí tenga.

3. Que el producto no tenga precio o no este todavía en el inventario.

4. Que alguién no ande efectivo, y se tomé toda la vida pagando con tarjeta.

5. Llegas a la caja, y el cajero se queda sin vuelto...

6. El código de barras esta malo, o el pinche lector no quiere resivirlo.

7. Le quiten a uno el campo, y se tenga que regresar hasta el final de la fila de nuevo...

8. Que el cajero sea un idiota que apenas sabe sumar y restar...

9. Que la caja Rápida deje de hacerle honor a su nombre, y se convierta en una ¡presa de mil putas!

10. Que una vez que llegas a la codiciada caja, los muy cabrones la cierren y te digan "disculpe las molestias, pase a la siguiente caja" (¡¡ESTO ES LO QUE MÁS ME ENFERMA!!).


En fin... Esto y mucho más, es lo que hace que sean tan molestos los supermercados. Ahora, no crean que estoy menospreciando el esfuerzo de las personas que trabajan en estos lugares (al fin y al cabo no tienen la culpa de ser parte de tan nefasto sistema); pero sí he de admitir que los supermercados son un reto a la paciencia humana.

Sí por mi fuera, Preferiría mil veces más, hacer mis compras en un abastecedor, pulpería o un "Chino"... lastimosamente, los Supermercados son mas baratos, y así como los politicos y empleados públicos; son un mal necesario -_-...

Sendoshi Kurumada

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