Despedida oficial del Museo

Sí bien es cierto que ya ha pasado mucho tiempo desde que renuncie a mi trabajo, no es si no hasta el día de hoy, que tengo chance de hacer este entry como es debido, así que vamos aprovechar para salir de esto de una buena vez XD.

Como ya muchos sabrán (y los que no, pues se los recuerdo) el pasado 13 de Diciembre del 2007, su servidor tomó la decisión de retirarse de su actual trabajo. el cual estuve ejerciendo desde el 16 de Enero del presente año. Estoy hablando de mi estadía en el Museo del Niño.

Ahora bien, para aquellos que desean saber un poco más sobre dicha institución, o por el ocntrario no saben nada, he aquí un poco de historia:

En épocas de antaño, el edificio que hoy alberga al Museo de los Niños, sirvió como sede de la Antigua Penitenciaría Central de San José, cuyo funcionamiento se dio durante 70 años continuos desde 1909.

Durante todos los años que estuvo activa, “la Peni” (como se le conocía popularmente), albergó historias que reflejaban las condiciones más deplorables de la vida de los reclusos así como muchos otros relatos, llenos de violencia y actos macabros.

El 20 de diciembre de 1979, durante el gobierno del ex-presidente Rodrigo Carazo, se cerró definitivamente la llamada “vergüenza nacional”, permaneciendo durante varios años en estado de abandono.

En 1991, la Ex-primera Dama de la República, Gloria Bejarano de Calderón crea la Fundación Ayúdanos para Ayudar, logrando así transformar los oscuros recuerdos de la Peni, en la luz para las futuras generaciones. Bajo la premisa de que: “Es mejor educar al niño, para no castigar al hombre".

Fue así como, a finales de 1993, se inaugura la Galería Nacional; luego, el 27 de abril de 1994 abre sus puertas el Museo de los Niños y después, se continúa con otros proyectos, como el Auditorio Nacional (1998) y el Complejo Juvenil (1999), siempre con el fin de fortalecer la educación y estimular el desarrollo científico y tecnológico nacional.



Sin lugar a dudas, mi experiencia en esta institución fue grata, pues en ella aprendí muchas cosas que hoy día agradezco profundamente, pues gracias a estos conocimientos, hoy puedo decir con certeza que he crecido como persona.

De igual manera, he de decir que el Museo me ayudo a ver a los niños con otros ojos. Que sí bien es cierto que a veces pueden llegar a sacarnos de nuestros cabales y que en la mayoría de los casos es difícil lidiar con su conducta; los niños también son seres mágicos. Inteligentes, astutos, ingeniosos y tremendamente despabilados. La gente común no debería subestimar a los niños... Bueno eso es todo lo que puedo decir sobre el Museo.

Mis mejores deseos para todas aquellas personas que me otorgarón su amistad y compañerismo durante mi estadíaen en el centro. Un cordial saludo a Karla, Jenny, Armando, José Eduardo, Daniel, Fabrizzio, Esteban, Cindy, María Fernanda, Alejandra, Tati, Javier, Christopher, Chavo, Michael, Abrahám y todas y cada una de las personas que conocí en ese lugar.

A algunos los seguiré viendo y a otros no tanto. Pero de todos me acordare en su momento.

¡Adios amigos y gracias!



Sendoshi Kurumada

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