La Leyenda del Vellosino de Oro...


En la mitología griega, el vellocino de oro era el vellón del carnero alado Crisomallo (Χρυσομαλλος). Aparece en la historia de Jasón y los argonautas, quienes partieron en su búsqueda para lograr que Jasón ocupase justamente el trono de Yolcos en Tesalia.

La historia era popular en la época de Homero (siglos IX-VIII a. C.) y probablemente date del siglo XIII o XIV a. C. Se conserva bajo diversas formas, en las que varían ciertos detalles. Por ejemplo, en versiones posteriores de la historia se decía que el cordero era hijo de Poseidón y de Temisto (con menos frecuencia, de Néfele).

Atamante, rey de la ciudad de Orcómeno en Beocia (una región del sudeste griego) tomó como primera esposa a la diosa nube Néfele, con quien tuvo dos hijos, Hele y Frixo. Más tarde se enamoró y se casó con Ino, la hija de Cadmo.

Ino tenía celos de sus hijastros y planeó matarlos. (En algunas versiones, persuadió a Atamante de que sacrificar a Frixo era la única forma de acabar con una hambruna.) Néfele o su espíritu se apareció ante los niños con un carnero alado cuya lana era de oro. Los niños huyeron montando el carnero sobre el mar, pero Hele cayó y se ahogó en el estrecho del Helesponto, llamado así en su honor. El carnero llevó a Frixo hasta la Cólquide, a la lejana (oriental) playa del mar Euxino. Frixo sacrificó entonces al carnero y colgó su piel de un árbol (en varias versiones un roble) consagrado a Ares, donde fue guardada por un dragón.


Allí permaneció hasta que Jasón se hizo con ella. El carnero se convirtió en la constelación Aries.

Interpretaciones:

Se han realizado intentos de interpretar el vellocino de oro no sólo como un objeto extravagante en un mito sino como el reflejo de un objeto o práctica cultural real. Así, por ejemplo, se ha sugerido varias veces que la historia del vellocino de oro significaba la llegada de la ganadería a Grecia desde el este, o que aludía al trigo dorado o al sol.

Otra interpretación se apoya en las referencias de algunas versiones a la tela púrpura o teñida de púrpura. El tinte púrpura extraído de caracoles del género Murex y especies relacionadas era muy caro en tiempos antiguos, y la ropa hecha de tela teñida con él era señal de gran riqueza y elevada posición (de ahí la asociación del púrpura con la realeza).

La relación del oro con el púrpura es por tanto natural y ocurre frecuentemente en la literatura.
Una interpretación más extendida relaciona el vellocino de oro con un método para extraer oro de los ríos que está bien avalada (pero sólo desde cerca del siglo V a. C.) en la región de Georgia al este del Mar Negro.

Zaleas de oveja, a veces extendidas sobre marcos de madera, se sumergían en la corriente de agua y las pepitas de oro que bajaban desde placeres río arriba se recogían en ellos. Los vellocinos se colgaban entonces en los árboles para secarlos antes de sacudirles o peinarles el oro.

El antiguo origen del mito en tiempos anteriores a la literatura significa que todas las interpretaciones existentes son muy posteriores y en mayor o menor grado racionalizaciones que sufren del muy incompleto conocimiento de la cultura en la que surgió. La mayoría ha sido de hecho criticada en la literatura arqueológica.

Un intento de construir una explicación más plausible mediante su ubicación en lo que se conoce de esa cultura señala, curiosamente, a una de las primeras propuestas, en concreto que el vellocino de oro representa la idea de la realeza y la legitimidad: de ahí el viaje de Jasón en su busca, para restaurar el legítimo gobierno de Yolcos.

Fuente: Wikipedia.

Abraham Franky "Mitología is, Super!!"

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