Las muñecas Sexuales Japonesas.
Se fueron pollos ¿verdad? pues lo crean ó no la imagen de arriba no es la de una chica...
Para nadie es un secreto que la sociedad Japonesa es una de las sociedades más frívolas que hoy día se puedan concebir dentro del mundo moderno. Y a consecuencia de diversos factores culturales (ligados en su mayoría al apogeo tecnológico); la sociedad nipona a visto con preocupación, como sus individuos se precipitan de forma desmesurada a un proceso de "deshumanización" que parece no ceder marcha atrás.
Todos y todas hemos pasado alguna vez en nuestra vida frente a un Sex-Shop (no digan que no). Y no es de extrañar que en una de tantas hayamos tenido la oportunidad de ver una muñeca inflable. Esos viles globos con silueta curvilínea y aspecto risible, que en la mayoría de los casos lucen la cara de un celebridad ó de una modelo.
Luego las almohadas pasaron a ser muñecas. Esta polémica innovación fue realizada en Japón, después de la Segunda Guerra Mundial, donde las tripulaciones niponas que se destacaron en los submarinos, usaron las primeras muñecas inflables; y con el tiempo se expandieron por los sex shops del mundo entero.
Entrando de lleno en lo que son las Datch Waifu modernas; estas se destacan por tener un acabo destacable. Están elaboradas con látex, vinilo y silicona. Poseen un esqueleto metálico , articulaciones y hasta cabello natural. No hay dos Datch Waifu iguales; pues el cliente es quien la personaliza (altura, medida de la cintura, senos, color de piel, trasero y expresión del rostro). Dependiendo del modelo que se busque, las muñecas pueden tener voz y hasta sensores de movimiento; con respuestas preestablecidas para todo tipo de situaciones.
Los precios pueden variar entre los $4000 y $6000. Hay varias marcas que comercializan estos juguetes sexuales, en primer lugar se encuentran Orient Industry y Doll No Mori. Estas compañías aseguran que tanto el tacto como los rasgos son casi humanos. Hasta su esqueleto de metal, es similar al de una mujer. Existen otro modelos que sobrepasan los $10.000. Esto debido a que son hechas a imagen y semejanza de personas reales. Como actrices, modelos, cantantes y Idols. Incluso personajes de Anime y Videojuegos...
¿Cómo se la consigue? A través de Internet, se hace el encargo y la muñeca llega a casa del consumidor en una caja con forma de ataúd (perturbador).
Los vendedores de muñecas aseguran que sus clientes tienen toda clase de motivaciones para comprar estas muñecas.
Por ejemplo en Orient Industry aseguran: “Muchos de nuestros clientes las prefieren de silicona porque no hablan. Otros porque les permiten satisfacer todo tipo de fantasías. Otros las usan porque temen contraer enfermedades de transmisión sexual”.
Estas almohadas son muy populares entre los otakus japoneses. Y en la mayoría de los casos los dueños se involucran a tal punto con las almohadas que las llegan a considerar como sus parejas.
Solo con poner Dakimaru en Google pueden descubrir por ustedes mismos, las cosas tan desagradables que ocurren entre los las almohadas y sus dueños
Desde hace diez años Japón es el principal productor de muñecas sexuales. Y aunque su precio sea alto, en este país s,u venta se ha duplicado aún más durante los últimos años.
A estas alturas imagino que ustedes se estarán preguntando:
¿Por qué un hombre prefiere muñecas para tener relaciones sexuales, sí es mil veces mejor, hacerlo con una mujer real?
Bueno lo crean ó no en Japón existe una enorme cantidad de hombres que prefieren usar juguetes sexuales, antes que recurrir a una mujer. De ahí que estas muñecas sean tan populares.
Recordemos que un gran porcentaje de los japoneses llevan un estilo de vida subyugado al ámbito laboral. Un ritmo de vida bastante estresante donde el contacto humanos es muy difícil para algunas personas. Muchos hombres no tienen tiempo de convivir con sus familias y a menudo pierden la capacidad de interactuar con sus esposas. En Japón la prostitución; es muy liberal. Pero no todos los hombres tienen el dinero para pagarla. Además el problema de los hikikomori crece cada día más. Por lo tener relaciones sexuales con una muñeca son sus unicas oportunidades de tener sexo.Suena irrisorio, pero es un problema grave para la sociedad japonesa.
Según los especialistas “el fenómeno tiene que ver con cuestiones básicamente narcisistas. Hacer el amor con una muñeca es una especie de masturbación de lujo o algo similar a hacerlo con un espejo”.
Además, es probable que este tipo de personas tenga fobia a las relaciones interpersonales. Como por ejemplo, verse intimidados por la mujer real y todo lo que ella le pueda ofrecer, desde la convivencia, paternidad, etc. Por lo general, se trata de personas que viven en soledad.
Comentario
Bueno creo que después de haber escrito este articulo, no hago más que reafirmar lo que dije al inicio de la entrada.
Japón es un país realmente admirable en lo que respecta a su cultura. Y en este sentido me refiero a su historia, arte, lenguaje, filosofía y herencia. Admito que me gusta el anime y los videojuegos. Soy un apasionado de su lenguaje y admiro las rasgos de su crecimiento tecnológico. Pero como todo en la vida hay cosas que encuentro bastante perturbadoras. Y estas muñecas en particular me resultan bastante desagradables.
Todos en este mundo tenemos nuestros deseos, fantasías y fetiches sexuales. Sería estúpido creer que una persona carece de apetitos carnales. Y soy de la idea de que TODOS en este mundo tienen algo de pervertidos (algunos en mayor ó menor medida).
El uso de juguetes ó accesorios; ayudan a expandir la vivencia del sexo. Todo con medida siempre es bueno. Cada persona es libre de vivir su sexualidad como mejor le parezca. Sea en pareja ó en solitario. Con el uso de juguetes, recursos, etc. Sin embargo no deja de resultarme curioso el ver como las personas afectadas por la soledad y desesperación son capaces de hacer cualquier cosa. Y hasta cierto punto uno siente pena por ellos.
Yo la verdad preferiría mil veces la compañía de una mujer antes de llegar hasta este punto. Incluso pagar por sexo me resulta mucho más aceptable. Aún cuando las mujeres sean seres incomprensibles, hay cosas que rayan en los limites.
No obstante como occidental, no soy quién para juzgar esta clase de aficiones, pues al ser Japón una sociedad tan diferente a la mía, siento que no soy el indicado para condenarla. Más que para ver esto como una anecdota curiosa.
Bueno gente eso es todo por ahora. Espero ver que opinan ustedes sobre este tema.
¡Saludos!
Sendoshi "Los japoneses a veces me asustan" Kurumada
Comentarios
Conseguir pareja y mas aun mantener una relacion de pareja demanda tiempo, energia y dinero. Sencillamente muchos hombres no pueden entablar una, y por muchos hablo de millones de hombres.
El apetito masculino por sexo es insaciable, y siempre lo ha sido. En el pasado podia ser controlado mediante los matrimonios arreglados y en tiempo de guerra mediante la violacion de las mujeres de los pueblos bajo ataque.
Ahora hablar de matrimonios arreglados y violaciones es hablar de delitos contra la dignidad de la mujer y por supuesto son completamente inaceptables.
Ante esto si uno no tiene el capital, el tiempo o las habilidades sociales para conseguir una pareja estable para tener relaciones sexuales, surgen alternativas para vivir la sexualidad. Las mas comunes son la masturbacion y la pornografia, por ser simples y baratas. Un paso mas alla esta pagar por servicios sexuales y en casos mas extremos, fetiches como este de las muñecas.
Creo que no se puede juzgar a estos hombres, tratarlos de enfermos o pervertidos. La sexualidad humana es compleja y depende de multiples factores. Mientras que no se dañe la dignidad de nadie, yo creo que todo se vale y si alguien quiere hacerlo a una almohada o una muñeca y lo pasa bien... que le aproveche.
Las mujeres japonesas tienen un rostro muy angelical y se dice que son muy frias pero la verdad es que no dependen de con quién estén, lo que si son es desconfiado y hasta miedosas para aprender asuntos con el sexo.este es un informe de un articulo acerca de ellas
http://perutops.com/b/porno-vintage-de-la-yakuza-japonesa_1001135.html