‘Delta Machine’ y el retorno de Depeche Mode: “Sólo hay un modo de calmar mi alma”
Se les ha llamado la quintaesencia del techno, santos patronos de la música electrónica, padres del house, fundadores accidentales de incontables movimientos musicales, la banda con más remixes y bootlegs en toda la historia (certificado, esto último), rock con sintetizadores. Influencia definitiva en bandas tan dispares como Deftones, Rammstein, The Crystal Method o Arcade Fire. Más 100 millones de discos vendidos a lo largo de 33 años de una carrera atravesada por excesos, adicciones, dos ataques cardíacos y un tumor en su vocalista, múltiples polémicas y, más recientemente, redenciones profundas. Sumemos el reto de sobrevivir a su propio legado y crear a la sombra de todo lo hecho… ¿Qué puede dar Depeche Mode en su decimotercer álbum? La respuesta: mucho, incluidas algunas sorpresas.
Quiero aclarar que escribo esta reseña desde la perspectiva de un fan (muy, pero muy fan) desde ya hace casi quince años. Pero quiero también aclarar que, con el afán de ser lo más objetivo posible, le he dado forma a las siguientes líneas tras escuchar el álbum siete veces, en diferentes estados de ánimo, y comparando este álbum con casi toda su discografía anterior.
Ahora, pues, al material.
Delta Machine: grabación y promoción.
Depeche Mode está conformado por Martin Lee Gore (vocales, teclados y sintetizadores, guitarra, letrista y compositor principal desde 1981), David Gahan (vocalista principal desde 1980, segundo compositor y letrista a partir de 2005), y Andy Fletcher (teclados).
El disco será lanzado el 22 de marzo en el Reino Unido, y a partir del 26 de marzo en el resto del mundo. Es su primer material con Columbia Records, tras romper su relación de más de tres décadas con Mute Records. Se grabó a lo largo del 2012 en Santa Bárbara, California, y en Nueva York. Fue producido por Ben Hillier, quien había producido los dos discos anteriores de la banda, y también ha trabajado con Blur, U2 o los Smashing Pumpkins. Las mezclas estuvieron a cargo de Flood, conocido por también trabajar con Nine Inch Nails, New Order y Sigur Rós, entre muchos otros.
La banda había aclarado que se estaba retando a sí misma a aproximarse al proceso de grabación de un modo completamente nuevo, a la vez que buscaba un sonido más “orgánico” (es decir, con más peso de instrumentos tradicionales).
El lanzamiento del nuevo disco fue anunciado en Diciembre de 2012, el 24 anunciaron su gira mundial en enero de 2013 dando el primer vistazo al disco, una versión cruda de Angel.
El 1º de febrero de 2013 lanzaron el primer sencillo, Heaven, el cual ha tenido éxito moderado en Europa y los Estados Unidos. La fecha de lanzamiento del segundo, Soothe my Soul, está aún por anunciarse. La gira mundial para promocionar el álbum empezará en Francia el mayo próximo.
El álbum como conjunto:
De más de una manera, Delta Machine es un compendio y revisión de casi todas las etapas anteriores de la banda, en particular a partir de 1990. El tipo de beats que la mayoría de los temas tiene te da aires que te recuerdan a varios de sus mejores temas (ya revisaremos eso en detalle), mientras que uno de las más notables capacidades de la banda, generar atmósferas emocionales muy densas gracias a la perfecta armonía entre letras y música, sigue intacta (salvo una excepción). Martin había prometido que las canciones tendrían un aire entre Violator y Songs of Faith and Devotion. No mintió, si bien parecen más actualizaciones que retornos a ellos (en particular en lo que respecta al uso de guitarras como parte de la textura general del disco). Tiene, si se quiere hilar fino, también reminiscencias al magnífico pero no tan mencionado Music for the Masses. Con todo, hay dos temas que de verdad rompen con casi toda su producción anterior, y no de mala manera.
Supera en varios sentidos a su antecesor, Songs of the Universe, un disco mitad excelente, mitad mediocre, y puede que iguale y esté mejor en algunos sentidos respecto a Playing the Angel. Con todo, saber que Delta Machine es el último disco con el productor Ben Hillier es un respiro: la fórmula con él, ya se nota, no iba a dar para más.
El regreso de Flood (quien también mezcló las dos obras maestras de la banda, las mencionadas Violator y Songs of Faith and Devotion) ayuda a que el sonido sea cristalino y balanceado, pese al “suciedad” intencional de varios de los temas, y te hace sentir que la banda ha recuperado bastante con ello. Por otra parte, el paso de Martin Gore como co-productor deja también su impronta. Los fans que hayan escuchado sus dos álbumes solistas (Counterfeit EP y Counterfeit 2) lo captarán de inmediato, en particular en los temas más suaves. En cambio, el crecimiento de David Gahan como compositor parece haber alcanzado un nuevo nivel: pese a estar habituado, desde Playing the Angel, a notar lo distintas que eran sus canciones a las de Gore, en este álbum no se puede hacer eso tan fácilmente en una primera escucha. Tuve que buscar en los créditos para poder distinguirlas... De hecho, el que podría ser fácilmente el segundo mejor tema del disco (Should be Higher) es de su autoría. Y eso es buena noticia también.
Ahora, las salvedades: de algún modo el disco no deja de dar un sensación general de déjà vu, al menos para quien ya les conozca bien. Para los escuchas casuales y los nuevos fans (creo que los habrá) eso, por supuesto, no implica ningún problema. Su mayor defecto es una canción en particular: Soft Touch/Raw Nerve, la cual en realidad no daba para más que ser un lado B, pero no para el álbum.
Welcome to my world: En cinco segundos, beats duros y sucios han generado una atmósfera. La voz de David penetra poco antes de que todo explote: “Bienvenidos a mi mundo […] Si se quedan lo suficiente / penetraré en sus almas / sangraré en sus sueños / Querrán perder el control”. Extraordinario tema de apertura, eficaz para transmitir la atmósfera general de lo que espera. Funcionará muy bien en concierto.
Canciones a las que conecta: World in My Eyes, A Pain I´m used to.
Calificación: 9
Calificación: 9
Angel: Por irónico que suene con esta banda en que las palabras “fe” y “devoción” son una constante, es la primera vez que un tema habla del contacto con un dios (o lo que sea que se la parezca) como algo positivo. Una canción de epifanía, paz interior y entrega a una fuerza superior, con lenguaje que bien habría podido dar para un gospel. La dureza del sonido y la alegría reflejada en la letra hacen un contraste maravilloso. Quizá demasiado ruido, pero funciona.
Canciones a las que conecta: The Dead of Night, Dirt, Get Right with Me, Higher Love.
Calificación: 8
Heaven: El tema del amor universal y la paz interior es llevado a un paso más adelante. Hay un secuencia aparente: tras el éxtasis de la revelación, el sosiego. La vuelta a lo Uno. Debo reconocer que esta canción me dio muchos problemas cuando salió como sencillo. Fue un elección extraña, pero la canción funciona mucho mejor en contexto. Primer intuición del blues, sabor gospel aún más notorio. Bien.
Nota: El vídeo para este tema está muy influenciado por la película “El árbol de la vida”, de Terrence Malick. Filme recomendable.
Canciones a las que conecta: Condemnation, Waiting for the Night, Insight.
Calificación: 8
Calificación: 8
Secret to the end: Fin de la paz. El Depeche más pasional entra de nuevo, con tema de separación, el eterno tópico de la pareja que colapsa. "Gracias a Dios que no soy como vos./ Vos siempre sabés qué es lo que hay que hacer./ Lo que soy no es para vos / llegamos al final". La canción de David – la letra es un poco floja. Los arreglos son un poco duros, pero al final funciona.
Canciones a las que conecta: I want it all, Leave in Silence, Perfect
Calificación: 7
My Little Universe: Está escrito:
Calificación: 7
My Little Universe: Está escrito:
“En el 2012 La Entidad que guía a Radiohead (y de vez en cuando a Björk) poseyó a Depeche Mode por un rato. Engendró ‘My Little Universe’. Y La Entidad vio que esta obra también era extraña…”.
Canciones a las que conecta: En cuanto a letra, My Little Soul y, quizá, Freestate. Sónicamente, no se parece a nada que la banda haya hecho antes.
Calificación: 8
Slow: Nadie como Depeche para venderte la idea de que fornicar ricamente es la mejor experiencia espiritual. "No necesito una carrera en mi cama/cuando la velocidad está mi corazón y en mi cabeza,/ más bien. // El apresurarse es una tentación para tontos./ ¿Por qué deberíamos correr y fallar cuando algo es tan bueno?/ Es lo mismo. // Lento, lento / tan lento como podás./ Así es como me gusta". Si hay tema que pareciera ser tributo y hermano del Songs of Faith and Devotion, es este. Sabor a blues y sudor desde el primer acorde de guitarra. Sin desperdicio.
Canciones a las que conecta: Dressed in Black, I feel you, In your Room, My Joy.
Calificación: 9
Broken: Un himno para esos amores que debieron, pero no pudieron ser (sugiere que por razones de distancia). Sin embargo, el aire que da es demasiado dramático y ruidoso. Se rescata la maestría en la voz de David. Pudo dar para más.
Canciones a las que conecta: It doesn’t matter, A question of lust.
Calificación: 6
The Child Inside: ¿Y qué tal si estamos muertos desde el principio? ¿Si el desgarre es la única verdad que nos construye? Si tu pasado es una mierda, mejor no revolcarlo. Martin Lee Gore nunca ha sido el más optimista de los hombres. Pero lo crudeza particular de esta letra, guiada por una música de una ternura cristalina, generan que el efecto sea inquietante. “"Hay oscuridad y muerte en tus ojos/ ¿Qué tenés sepultado adentro?/ La tumba superficial en tu alma / los fantasmas han tomado el control // De verdad, debiste haber cavado más profundo: / hay pedazos de cuerpo saliéndose y asustando al niño interno/ [...] Tu niño interior está muerto".” Martin siempre se deja una balada para él solo en cada disco. En esta ocasión, nos brinda la más dura y peculiar de todas hasta la fecha. Fijo va para conciertos.
Canciones a las que conecta: Sometimes, Damaged People, Black Celebration, Blasphemous Rumours.
Calificación: 10
Soft Touch/Raw nerve: ¿Qué p**** pasó aquí? Es como si la canción fuera de Erasure o Yazoo, una de las malas (entiéndase que es un insulto). Sale sobrando, completamente. Para alguien con una vocación más “tonto-pop”, funcionará (hay que concederlo, es pegajosa tras de un par de escuchas). A mí me parece mediocre, en especial porque el disco iba muy bien. Otro experimento: este es el que no salió bien. Algo se le debió quedar a Martin en la cabeza tras trabajar de nuevo con Vincent Clark...
Canciones a las que conecta: Cualquier de las cancioncitas más "new romantic" de los primeros tres discos.
Calificación: 5
Should be Higher: tras del tropiezo, volvemos al buen camino. En realidad, una pieza de letra bastante directa (así es: David), pero que con un ritmo fuerte, cadente, bailable. “Tus mentiras son más atractivas / que la verdad./ Todo lo que quiero es amor. / […] Vos deberías elevarte más”. Bueno, sin ser la más densa, resume muy bien la posición de los Mode respecto a las relaciones. Y en una canción de primera.
Canciones a las que conecta: Something to do, Policy of Truth, I want you now.
Calificación: 8
Alone: Antibalada como ya les conocemos, acompañada de un ritmo fuerte y una atmósfera más pesada. Triunfa allí donde Broken falla. Con todo, algo falta... Empieza con mucha más fuerza y tensión con la que termina. Pero cumple.
Canciones a las que conecta: It doesn´t matter two, The things you said.
Calificación: 7
Soothe my Soul: Lujuria pura y madura, carnalidad salvaje, disolución orgásmica. Poca diplomacia y más actitud. Lo mismo que hizo que muchos amaran Personal Jesus está aquí. Ritmo rápido, fuerte, gancho pop, arreglos densos, riffs por acá y allá… Va a ser un bombazo en discos y conciertos. Un clásico instantáneo para la banda. Tremenda síntesis y propuesta del Depeche Mode más comercial, y una inyección directa a la nostalgia de los fans.
Canciones a las que conecta: Personal Jesus, Clean, A Question of Time, Rush, I feel you. Corrupt.
Calificación: 10
Goodbye: Tras de la pasión y el amor, la muerte. De algún modo, esta canción retoma los temas pasionales, la purificación a través del afecto, el amor y la sexualidad como vías para el encuentro casi imposible con el Otro y uno mismo. Y cuando por fin has logrado entender, te vas. Hay algo épico en este corte, a pesar de que se enfoca en la muerte: sugiere que en ella es donde la vida podría realmente triunfar. Se suma a las grandes canciones de cierre en su catálogo. Blues nuevamente, acertado. Emotiva, entrañable, perfecta para ser cantada a coro en un estadio. Será un cierre espectacular para los conciertos en esta gira.
Canciones a las que conecta: One caress, But Not Tonight, Clean.
Calificación: 9
Calificación de las canciones promediadas: 8
Calificación Global: 8,5
Balance final:
Delta Machine muestra a un Depeche Mode que ha recuperado el vigor, la inventiva, y mantiene intacta su capacidad de hacer una especie de anti-pop que, con todo, marca interesantes terrenos sonoros, accesibles a la vez que sofisticados.
La poética de las letras, que tanto había declinado en Sounds of the Universe, aparece renovada. Martin Gore ha explorado en este disco sus temas habituales de un modo nuevo, marcado por su madurez y una perspectiva distinta acerca del dolor. Su exploración de la existencia humana parece haber encontrado nuevos derroteros, si bien no deja de haber ciertas reiteraciones en las canciones con mayor contenido sexual.Los fans quedarán complacidos, y no dudo que tiene con qué ganar nuevos ‘devotos’.
Las novedades son suficientes como para hacernos pensar que Depeche Mode ha tomado otra vez un nuevo aire. Al borde de extinguirse en varias ocasiones, este álbum nos dice que la banda que puso a Basildon en el mapa no sólo ha sobrevivido, si no que sabe vivir con ganas – y eso es más de lo que podemos decir de casi cualquier otra leyenda musical que pase los 30 años hoy en día.
Spiral Route
Posdata: Si alguien tiene interés conseguir la grabación, ponerse en contacto con el autor de la reseña.
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