(ESPECIAL SPARTACUS) PARTE III. GODS OF THE ARENA
Buenas estimados amigos y amigas, feligreses del Templo
Kaori, tras unas semanas de guerra galácticas, vuelvo con un aporte más al
Especial de Spartacus, para reseñar la segunda parte de la Saga que ha hecho
templar el fantasma de Roma.
Por las complicaciones de salud del actor principal de
Spartacus (Andy Whitfield para curarse del linfoma no-Hodgkin que padecía), la compañía
Starz decidió hacer una serie de relleno para mantener la audiencia interesada
en la saga, así que produjeron GODS OF THE ARENA, una precuela de 6 magníficos
episodios ubicados temporalmente unos 5 o 4 años antes de Spartacus: Blood and
Sand, que fue reseñada con anterioridad. En esta precuela vemos como algunos de
los personajes principales de la saga llegan al Ludus de la casa Batiatus y
como inicia la carrera como lanista (entrenador de gladiadores) de Quintus y su
esposa Lucretia, además de conocer a personajes que aunque están ausentes en la
oficial temporada I. Blood and Sand, llegan a tener un papel vital en las dos últimas
temporadas Vengeance (2º Temporada) y War of the Damned (3º Temporada), así que sin
más rodeo vamos con la historia.
I. Dioses de la arena.
Capua, ciudad donde transcurren los hechos de esta precuela,
y de las temporadas I y II, aún no tiene su famosa Arena, el coliseo más grande
de la región que es donde en un futuro cercano Spartacus y Barro serán puestos
a prueba. Así que las peleas entre Ludus, escuelas de gladiadores se realizan
en anfiteatros más modestos, hechos en su mayoría de madera y con menos espacio
en la zona de luchas, hagan la idea que es comparar el Estado Nacional con el
redondel de toros de San Vito de Coto Brus en la zona sur. Igualmente la Casa
Batiatus no cuenta con el favor de las autoridades de la ciudad, en buena parte
por el mal estado de salud de su Dominus Titus padre del intrigante Quintus
quien ya está casado con la cada capítulo más insaciable Lucretia, y en otra
buena parte porque Titus es temeroso y respetuoso de las formas honorables de ascender
en la escala social, cosa que como sabemos en Roma significa ser un perdedor,
esto lo comprende Quintus quien planea diversas forma de ganar posiciones
elevando la popularidad de la casa Batiatus con trampas, engaños y demás
traiciones (la verdad comunes tras el telón de la vida pública romana).
Es así que para la época, la principal carta de presentación
de la casa Batiatus es el galo Gannicus, Dios de la Arena, puede que no sea el
más grande, o fuerte, o intimidante gladiador conocido, pero es el guerrero más
letal jamás visto en Capua, puede usar cualquier tipo de arma pues en realidad
no tiene un estilo definido, de hecho sus mejores contiendas las realiza de
forma insólita usando solo sus puños y tremendas llaves de algo parecido al Jiu
Jitsu. Contar con este extraño espécimen en sus filas, Quintus se da el lujo de
desplazar al antiguo Doctore de su padre, y nombrar al valiente Oenomaus, como
nuevo Doctores, dejando así que descanse y se recupere tras la célebre batalla
con la sombra de la muerte; esto pese al deseo de Oenomaus de volver a luchar
en la Arena.
El consuelo de Doctore reside en su esposa Melitta, la
principal esclava de la Domina Lucretia y que por tal puesto se salva de ser
instrumento de los ardites de su ama, quien hace sus primeras armas en
organizar los fabuloso bacanales a los que acuden las principales autoridades, aliados
políticos y de negocios de su esposo Quintus.
Aprovechando que su padre se encuentra en las costas por
motivos de su delicada salud, Quintus compra varios esclavos, más que todo con
la intención de rivalizar con Tullius principal lanista de la región, con quien
ni siquiera Solonius (quien para esta época es entrañable amigo de la Casa
Batiatus) puede igualar.
"Pelea con honor, muere de la misma manera"
II. Aparece Crixus: el Galo Invencible.
Entre esa impulsiva compra Quintus, ha adquirido un fiero
galo, osco y recio, llamado Crixus, y a otros tantos entre ellos al nefasto
Arshur, un turco con deseos de poder al igual que su nuevo amo. Es bajo esas
condiciones que Crixus llega al ludus y empieza su entrenamiento como gladiador
bajo la instrucción del nuevo Doctore Oenomaus y a la sombra del campeón de la
casa Batiatus, el Dios de la Arena: Gannicus.
Sin embargo no todo sale como Quintus lo tenía planeado, su
rival Tullius usa sus influencias para evitar el favor a Batiatus pese a las
impresionantes victorias de Gannicus, cuya arrogancia en la arena le hacen el más
amado por el público. Además de esto el regreso de Titus a su casa y retomar el
puesto como Dominus del ludos, hace que frene los acuerdos hechos por Quintus y
evita la confrontación directa con Tullius, por lo que para los siguientes
juegos se prohíbe la participación de Gannicus, y solo se tendrían pocos gladiadores
nuevos (carroña) en algunas contiendas entre luchadores del mismo ludos.
Por estas razones llega un anticipado debut de Crixus en la
arena, batallando contra Auctus, también gladiador de la casa Batiatus y amante
de Barca uno de los principales hombres de Quintus. Auctus fue entrenado bajo
la tutela del antiguo Doctore del padre de Quintus, y Crixus bajo la
instrucción de Oenomaus, por lo que se reconoce esta batalla como la
confrontación entre las antiguas formas de Titus contra las ideas de su hijo Quintus.
Tras una dura batalla, es Crixus quien sale victorioso y da una honorable
muerte en la arena a Auctus, con lo que consigue la marca de la hermandad
siendo aceptado como gladiador y el respeto de todos sus compañeros, excepto el
de Gannicus quien aún lo mantiene a raya y le muestra que sigue estando por
debajo de su nivel.
"Ascenso de Crixus"
La victoria de Crixus reconcilia al padre y al hijo, siendo
que Titus reconoce que el acto impulsivo de comprar y entrenar al galo fue un
acierto por parte de su hijo, con un mejor ambiente entre los señores de la
casa Batiatus, Lucretia y su amiga Gaia traman y consiguen convencer a Titus
que vaya junto a Quintos a Napoles a comprar nuevos esclavos, entre tanto,
ellas planean otra demostración privada de los atributos en este caso sexuales
de Gannicus, lo que se escapa a sus cálculos es que los asistentes a la orgía
demandan que la esclava que se acueste con Gannicus sea la misma Melitta, la
esposa del Doctore Oenomaus; este es el punto de quiebre de la historia, pues
Gannicus y Melitta no pueden negarse so pena de morir ambos, y Lucretia sabe
que si Oenomaus se entera desatará una batalla entre los dos mejores hombres
del ludus y terminará por hundir las esperanzas de su esposo Batiatus.
III. Los favores de la Casa Batiatus
"Testimonio de las esclavas de la Casa Batiatus"
La trama se vuelve más intensa, pues pese a que logran
evitar que Oenomaus se entere del espectáculo que su esposa dio con su mejor
amigo Gannicus, entre los dos esclavos se despiertan atracciones y cosas aún
más peligrosas: sentimientos.
Al regreso de Titus y Batiatus la situación no mejora, Titus
se entera de las acciones de Lucretia de usar su casa como una casa de orgías y
banales que él desaprueba, por lo que le exige a Quintus que desconozca su
matrimonio y abandone a Lucretia; sin embargo la reina de las mañas se las
arregla para terminar por envenenar a Titus y lograr su muerte, culminando el ascenso
de Quintus como único Dominus de la Casa Batiatus.
Lo que escapa a las redes de Lucretia es que Melitta acude a
Gannicus para pasar juntos una última noche y lleva con ella sin saber la misma
jarra de vino envenenada que le sirviera a Titus, esa noche tras desatarse en
sexo nuevamente con Gannicus, Melitta bebe del vino infundido y muere
envenenada. Con esto la tragedia inunda la vida del Doctore quien es convencido
por Batitus para dedicar su vida al Ludus ocultando la noche se sexo entre ella
y Gannicus haciéndole creer que ella solo llevó vino a Gannicus como premio por
sus victorias y como despedida antes de ser vendido a Tullius, para la inauguración
de la nueva GRAN ARENA DE CAPUA.
IV. El primer Campeón de Capua.
Quintus logra hacer creer a Gannicus y Doctore que el vino
fue enviado por Tullius para asesinarlo a él y a su padre, y así hacerse con
ellos como esclavos, y que Melitta fue una víctima inocente, por lo que ambos
le brindan apoyo en un emboscada a Tullius, quien a su vez fue engañado por
Solonius para acudir a una reunión secreta donde pautaría la compra de Gannicus,
sin embargo todo era una emboscada y Gannicus y Oenomaus dan cuenta junto con
Barca y Arshur de los guardaespaldas de Tullius. Así todas las piezas se
acomodan y Quintos sale no solo ileso de la tensión entre Gannicus y Doctore,
sino además que elimina a su principal rival.
El día siguiente es un gran día para Capua, la inauguración
de la Gran Arena, donde sen enfrentarán directamente los grandes ludus de la
ciudad, Quintus cree tener todo a
favor, ante la desaparición de Tullius, lo que termina por descubrir a escasos
minutos de iniciar los juegos es que su amigo Solonius lo ha traicionado y ha
negociado comprar a mitad de precio los gladiadores de Tullius, quedando él
como el lanista con más hombres, superando la Casa Batiatus en relación 2 a 1.
Uno a uno los gladiadores se van enfrentando casa contra
casa, los victoriosos ganan un lugar para el PRIMUS la gran batalla final al
anochecer, la tenacidad de Arshur el embustero, la sed de gloria de Crixus y la
leyenda de Gannicus se van imponiendo pese a la superioridad numérica de la
casa rival, es así como todos ellos clasifican al gran climax de los juegos, en
los que treinta hombres se enfrentaran a muerte.
En ese momento con todos los ganadores en la arena, la casa
Solonius viste de colores blancos y la casa Batiatus de colores rojos, los
guerreros son encerrados en un criculo de fuego, configurando un ring dentro de
la propia arena, el gladiador que muera o sea arrojado fuera de ese círculo de
llamas quedará fuera de la competencia, el premio: SER EL PRIMER CAMPÓN DE TODA
CAPUA!!!
La batalla inicia, escudo contra escudo, lanza contra
tridente, redes, fuego, bronce, acero, sangre, carne y hueso, masa contra cráneos
y partillos contra espaldas, uno a uno van cayendo los gladiadores, imponiéndose
Crixus y Gannicus hasta quedar solos contra el gran campeón de la casa
Solonius; la batalla es fiera, pues Crixus desea luchar finalmente con Gannicus
y tomar la gloria, por lo que impulsivamente se lanza solo contra el gladiador
de la casa rival, pero es repelido y queda en mala posición, para salvarle la
vida Gannicus lo arroja fuera del circulo de fuego, quedando uno a uno con su
rival, un solo gladiador de cada casa. La batalla es tremenda, el rival gana a
Gannicus en fuerza, peso, tamaño, armadura y presencia, llega incluso a
desarmar al galo, quien en su peor hora, cruza la mirada a lo lejos en la
barras con su amigo Oenomaus, quien con un gesto le inspira a pensar en la
mujer que ambos amaron Melitta, así Gannicus recibe una infusión de adrenalina y
prácticamente se eleva del polvo hacia el Olimpo y da un golpe mortal a su
rival, triunfando en la I ROYAL RUMBLE!!!
La Gran Arena de Capua estalla en jubilo éxtasis lujuría y
se rinde ante su DIOS, GANNICUS GANNICUS GANNICUS!!! GANNICUS GANNICUS
GANNICUS!!! GANNICUS GANNICUS!!!.
Las autoridades están impresionadas por lo que han visto y sin pensarlo expresan su deseo de contar con los servicios de la Casa Batiatus principalmente de Gannicus en sus propios juegos, Quintus ve su sueño hecho realidad; pero solo para ver cómo se vuelve a desvanecer ante una hábil movida de Solonius quien aprovecha la euforia para sugerir que ante tal demostración de Gannicus le sea concedida la espada de madera El Rudis, y con eso darle la libertad. La idea es bien vista por los políticos y Quintos queda entre la espada y la pared pues negarse es desagradar a sus nuevos aliados, así que accede fingiendo hacerlo de buena gana, cuando en su interior los pensamientos ya van calculando como tomar venganza por la traición de Solonius.
"Tributo a Gannicus verdadero Dios de la Arena"
Así Gannicus Primer Campeón de Capua, haciende al Panteón de
los Dioses de la Arena, ganando a su vez, la ansiada libertad, con lo que debe
despedirse de su amigo Oenomaus, de Barca y del joven Crixus a quien deja su
collar que lo acredita como nuevo campeón de la casa Batiatus.
Gannicus se marcha con el dolor de perder a Melitta pero con
el consuelo de que su amigo Oenomaus no deberá enterarse nunca de su traición,
al ganar su libertad su propósito es desaparecer de la historia de la casa Batiatus.
¡Hasta la próxima!
Harlock, pirata del espacio.
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