Hablemos de Falacias -Parte 1-


Revisando algunos de los Blogs y Foros del acontecer Otaku en Costa Rica; me dí cuenta de que muchos individuos han optado por usar la polémica y el chisme para ganar popularidad.

Y lo más curioso de todo es que algunas de sus razones y argumentos, pecan de inciertos e injustificados. Algo que en el devenir semántico es conocido como Falacia.

Y es por ello que hoy quisiera dedicar esta leve leccioncita de Filosofía, a todas aquellas personas que les gusta hablar por hablar; y se olvidan del Razonar.

Para ustedes, un árticulo sobre Falacias:

¿Que es una falacia?

En el sentido etimológico del concepto; una falacia es un error en la estructuración de un razonamiento lógico; que resulta independiente de la verdad de las premisas. Ahora en un sentido más estricto, definimos como falacia lógica, a la aplicación incorrecta de un principio lógico válido, o bien a la aplicación de un principio inexistente.

Es una forma de argumentación falsa, es decir, un razonamiento en el que la conclusión no sigue un orden lógico con respecto al de las premisas de las que parte, pero que tiene la apariencia de verdadera, o pasa por verdadera. Desde la perspectiva Aristotélica puede tomarse como sinónimo de sofisma, aunque en este caso se entiende que además se da la intención deliberada de engañar al oyente. El uso del termino “Falacia” comprende diversos fines; y en ocasiones, estás pueden apelar al uso de emociones o factores psicológicos, para generar confusión en el oyente o lector; y de esa forma enmascarar engaños, falsedades y estafas.

Saber reconocer las falacias lógicas es de gran ayuda para el debatir tanto lingüístico como epistemológico, ya que gracias a ello los practicantes de la filosofía pueden emplear la lógica como una herramienta de sustento para sus teorías; y de esa forma salvaguardarse de ser engañados. Ahora bien, existen diversos tipos de Falacias, las cuales van desde aquellas que involucran silogismos argumentativos, hasta las menos complejas que se encargan de discernir entre como una causa falsa genera otra. En el accionar de la teoría lógica, existen dos grandes grupos de Falacias: “Formales” y “No Formales”; Aunque en está ocasión me centrare en el uso y clasificación de las segundas.

Las falacias no formales son aquellas que señalan errores de razonamiento sometidos a la persuasión de la conclusión por medio de la ambigüedad que presenta el lenguaje utilizado para formular el razonamiento. Estas a su vez se dividen en dos grandes grupos: Falacias de Atinencia y Falacias de Ambigüedad.

I. Falacias de Atinencia:


Su característica principal es que al emplear los razonamientos en una sentencia, sus premisas carecen de atinencia con respecto a sus conclusiones, puesto que no establecen ninguna verdad. La circunstancia de carecer de atinencia lógica, presentando en cambio atinencia psicológica; se explica por medio de los distintos modos en que puede ser usado el lenguaje.

Cuando hablamos de atinencia lógica nos referimos a que las proposiciones empleadas en el argumento, no son capaces de persuadir al individuo; y que su fin es meramente estructural. Sin embargo cuando hablamos de atinencia psicológica nos referimos a que las proposiciones poseen un carácter persuasivo, el cual genera confusión y duda en el individuo. Para agilizar dicha explicación; procederé a citar este tipo de falacias:

1) Argumentum ad baculum (Apelación a la fuerza): Es la falacia que se comete cuando se apela a la fuerza o la intimidación innecesaria para provocar la aceptación de un argumento. Usualmente se recurre a ella cuando fracasan los argumentos racionales. Dicho de otra manera: “La fuerza hace el derecho”. Ejemplos:


En la reunión de los “Tres grandes” en Yalta, al fin de la segunda guerra mundial; Informaron que el Papa sugería un curso de acción, por esto Stalin, en desacuerdo pregunto: ¿Y cuántas divisiones dice usted que tiene el Papa para el combate?



“Hoy me toca a mi batear. A fin de cuentas es mi pelota, y yo soy el que tiene el bate. ¿Les parece?” 


2) Argumentum ad hominem (Ofensivo): Está Falacia se comete cuando, en vez de tratar de refutar la verdad de lo que se afirma, se ataca a la persona que hace la afirmación. No se trata de disputar acerca de la verdad o falsedad de la proposición en cuestión, sino arrojar dudas acerca de la misma. Ejemplos:


“Nietzsche era personalmente más filosófico que su filosofía. Su teoría acerca del poder, la rudeza y la soberbia inmoral; era a la manera típica de un invalido constitucional”.


“Ninguno de esos jóvenes por si solo tiene el coraje para poder asaltar a los transeúntes. Por lo tanto esa turba de maleantes no podrá atacarnos”.

3) Argumentum ad hominem (Circunstancial): La otra interpretación de está falacia, se apoya en la relación de las creencias de una persona y las circunstancias que lo rodean. En una discusión entre dos personas, una de ellas puede ignorar la cuestión relativa de la verdad o falsedad de sus propias afirmaciones, y tratar de probar en cambio, que su antagonista debe aceptarlas debido a X o Y circunstancias en las que ambos se hallan inmersos. Ejemplos:

“Ese nuevo estudiante dice que yo soy su profesor favorito; y creo que debe ser verdad, porque ningún estudiante le mentiría a su profesor favorito”.

4) Argumentum ad ignorantiam (Argumento por Ignorancia): Se comete esta falacia cuando se sostiene que una proposición es verdadera argumentado solamente que no se ha demostrado que sea falsa, o bien que es falsa porque no se ha probado lo contrario. El hecho de que una teoría no esta probada no quiere decir que no sea ni falsa ni verdadera. Ejemplos:

“El Senador nunca ha sido tocado por el escándalo. Por lo tanto debe de ser un hombre incorruptiblemente honesto”.

5) Argumentum ad misericordiam (argumento a la misericordia): Es la falacia que se comente cuando se apela a la piedad para conseguir que se acepte una determinada conclusión. Mediante esta falacia se pretende que se acepte una argumentación apelando a la piedad. Ejemplos:


“Esta bien, confieso que asesiné a mis padres. Pero ahora ustedes están en el deber de perdonarme, puesto que soy huérfano”.


“Cambiemos los feriados para los lunes, pues así mucha gente podrá visitar a su mamá u otros parientes en fin de semana largo. Esto ayudaría a la reunión de las familias”.

6) Argumentum ad populum (argumento al pueblo): Conocida también como la falacia de las “masas”. Se define como la falacia que se comete al hacer un llamado al pueblo, con el fin de ganar su consentimiento para que aprueben una conclusión que no posee pruebas que la sustenten. Ejemplos:


“No compliquemos más las cosas, situémonos en nuestro ámbito; ningún país a rechazado por completo el TLC. Yo creo que nos beneficia a todos pues dará empleo a mochos tal como este país lo merece. Acéptemelo de una vez”.


7) Argumentum ad verecundiam (apelación a la autoridad): Falacia que utiliza la apelación a la autoridad mediante el sentimiento de respeto que siente la gente por personas o teorías de renombre. Es decir, cuando para validar un argumento, se citan palabras de una autoridad, pero que posee relevancia en otro campo. Ejemplos:


“Pero, ¿puede usted dudar de que el aire tenga peso, cuando tiene el claro testimonio de Aristóteles, quien afirma que todos los elementos que tienen peso, inclusive el aire, con la sola excepción del fuego?”


8) Falacia de Accidente: La falacia de accidente consiste en aplicar una regla general a un caso en particular cuyas circunstancias “accidentales” hacen inaplicable la regla. Lo que es verdad “en general” o en muchos casos, puede no serlo universalmente, porque las circunstancias modifican los casos. Ejemplos:

“Si una persona, en sano juicio, nos entregara un objeto dañino, con animo de tenencia temporal, y este cae en una demencia, uno ¿Debería seguir la regla general del deber de pagar las deudas?


“Muchos son los llamados y pocos los elegidos. Por ello no se asusten si no aprueban el curso de Lógica”.


((Continua en el Siguiente Post))


Sendoshi Kurumada

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