Hablemos de Falacias -Parte 2-


9) Falacia de Accidente inverso (generalización apresurada): Cuando se generaliza a partir de excepciones o apresuradamente una regla, que se adecua a pocos casos particulares, se comete la falacia de accidente inverso. Ejemplos:


“No tiene caso tomar a un obrero calificado para está tarea, porque muchos que son considerados como obreros calificados, no lo son más que cualquier otro”.


10) Falacia de causa falsa: Es el error de tomar como causa verdadera un efecto u algo, que desde la perspectiva etimológica no lo es. Dicho de otra forma se entiende por causa falsa a la falacia que designa la inferencia de que un acontecimiento es la causa de otro, simplemente sobre la base de que el primero es anterior al segundo. Ejemplos:



“Mientras el general Grant ganaba batallas en el Oeste, el presidente Lincoln recibió muchas quejas de que Grant era un borracho. Un día cuando una delegación le dijo que Grant era irremediablemente adicto al Whisky, se dice que el Presidente respondió: “¡Quisiera que el general Grant enviara un barril de su mejor Whisky a todos mis generales!”.



11) Petitio principio (Petición de principios): Se comete esta falacia cuando se trata de tomar como premisa de su razonamiento la misma conclusión que pretende probar. Se pretende apoyar una conclusión en ella misma y sólo se cambia de palabras. Si la proposición que se quiere establecer está formulada exactamente en las mismas palabras como premisa y como conclusión, el error será tan manifiesto que no engañará a nadie. Ejemplos:



“No han podido esclarecer mi culpabilidad porque yo no realice tal acto. Si yo hubiera sido el culpable, lo hubiera aceptado, pero lo niego rotundamente porque yo no he sido”. 

“Nuestro equipo es el mejor del torneo, porque tiene los mejores jugadores y el mejor entrenador. Sabemos que tiene los mejores jugadores y el mejor entrenador porque ganará el torneo. Y ganara el torneo porque merece ganarlo. Por supuesto merece ganarlo, porque es el mejor equipo del torneo”


12) La pregunta compleja: Cuando se comete la falacia de la pregunta compleja se está requiriendo a un argumento con una única respuesta, a un interrogante con varias preguntas, o bien a una única respuesta a un interrogante que contiene una presuposición. Ejemplos:


¿Está usted a favor de aumentar los servicios gubernamentales y los impuestos? Si lo está, aquellos cuyos impuestos son ya demasiado altos votarán contra usted sin duda. Si no lo está, aquellos que necesitan más servicios del gobierno votarán contra usted. En ningún caso puede usted esperar recibir apoyo general.

II. Falacias de ambigüedad

Las falacias no formales que pasamos a considerar han recibido tradicionalmente el nombre de “Falacias de ambigüedad” o bien “Falacias de claridad”. Aparecen en razonamientos cuya formulación contiene palabras o frases ambiguas, cuyos significados oscilan o cambian de manera más o menos sutil en el curso del razonamiento, y por consiguiente lo hacen un argumento falaz. Las siguientes son todas falacias de ambigüedad; y se clasifican de la siguiente manera:

1) El Equívoco: La primera falacia de ambigüedad es la que surge del simple equívoco. La mayoría de palabras de nuestro idioma suelen tener más de un significado literal; por lo que es muy común el incurrir en errores de entendimiento. Veamos por ejemplo la palabra “pico” que puede designar tanto una herramienta, como la boca de un ave. Ejemplos:

“El padre de la novia tiene una apariencia muy distinguida, de modo que debe ser un hombre muy distinguido”.

“Mi amor, ¿verdad que no me vas a dejar sola durante el parto? No mi amor estarás acompañada por muchos doctores”.


2) Anfibología: La falacia de anfibología, aparece cuando se argumenta a partir de premisas cuya formulación es ambigua, debido a su estructura gramatical. Un enunciado es anfibológico, cuando su significado es confuso debido a la manera descuidada en que sus palabras están combinadas. Ejemplos:
-¿A quién viste en el camino? -continuó el Rey, extendiendo su mano hacia el mensajero para que le diera un poco de heno-.

-A nadie -Dijo el mensajero- .


-Correcto, -agrego el rey- Está joven dama también lo vio. De modo que Nadie camina más despacio que tú.


3) El Énfasis: Como en el caso de todas las falacias de ambigüedad, se comente la de énfasis en un razonamiento cuya naturaleza engañosa y carente de validez depende de un cambio o una alteración del significado. La manera en que los significados cambian en la falacia de énfasis, depende de las partes que se recalquen o destaquen. Ejemplos:
-No veo ninguna buena razón para hacer el viaje. De modo que he abandonado mi intención de ir.

-¡Ajá! Entonces admite que hay buenas razones para hacer ese viaje- ¡Esas son mis mismas palabras!-Me alegra ver que tiene “intención de ir”.


4) Falacia de Composición: Reciben este nombre dos tipos de razonamientos falaces distintos, pero relacionados entre sí. El primero de los razonamientos consiste en atribuir las cualidades o propiedades de las partes de algo, al todo. Ejemplo:
“Si se dijera que, como todas las partes de una máquina son livianas, la máquina es liviana. En donde fácilmente la maquina puede ser pesada, debido a estar compuesta por un gran número de piezas livianas”.

El segundo de los razonamientos consiste en afirmar que debido a que los componentes de una clase o elemento de una colección tienen determinada propiedad, también la posee la clase o colección misma. La falacia se comete cuando se pretende que lo que se puede predicar distributivamente de una clase o colección, también se puede predicar colectivamente de ella. Ejemplos:
“Un autobús gasta mas combustible que un automóvil, por lo que todos los autobuses gastan mas combustible que los automóviles”.

5) Falacia de división: Está falacia consiste en el error inverso a la falacia de composición, por lo tanto adopta dos formas diferentes:

El primer tipo consiste en razonar falazmente al atribuir las propiedades de un todo a cada una de sus partes. Ejemplo:

“Sí un edificio es alto, cada uno de sus pisos deben ser altos”.

“En Centroamérica, Guatemala es el país de mayor desarrollo industrial. Es por eso que si quieres desarrollar una próspera industria, debes hacerlo en Guatemala”.

El segundo tipo consiste en atribuir las propiedades de una clase o colección a cada uno de los miembros de la clase o elementos de la colección. También se confunden las cualidades que se atribuyen distributivamente con las que lo son colectivamente, consistiendo la falacia en afirmar que lo que es cierto de una clase colectivamente también lo es distributivamente. Ejemplo:

La afirmación “el hombre desciende del mono”. Sólo puede ser verdadera considerada colectivamente, pues si se predicara distributivamente la propiedad de descender del mono, de cada uno de los hombres, esto sería falso (y ofensivo para algunos padres...)

Es natural que nos preguntemos como tales argumentos pueden engañarnos. Ante esto se podrían citar dos respuestas: No siempre es obvio que una determinada argumentación constituye una falacia, ya que una larga discusión, podría fácilmente, llevarnos a la fatiga y perjudicar nuestra atención, pasando por inadvertidas la poca atinencia de la conclusión con respecto a las premisas. Y segundo, y más importante, que el lenguaje no solo sirve para comunicar información, sino que puede despertar grandes emociones.

No hay un procedimiento específico que no permita evitar las falacias. Por tratarse de razonamientos de carácter persuasivo, las formas, o mejor dicho, las grandes formas que pueden adoptar son muy sutiles.


Para Finalizar: Espero que esta breve (pero sustanciosa) explicación haya sido de utilidad para aquellás personas que hayan podido entenderla. Y para los que no, igual traten de hacer el esfuerzo por analizarla con cuidado para que tengan una idea clara de lo que consiste, antes de que vuelvan a escribir algo sin pies ni cabeza.

Y por último un útil consejo: "Sí no tienes nada bueno que decir, mejor no digas nada..."


¡Saludos!
Sendoshi Kurumada

Comentarios

Anónimo dijo…
Muy buenos ejemplos, te faltaron algunas falacias, pero bien. :)

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