Shin Megami Tensei: Persona 3



Personas 3: Una personal y genial aventura RPG para la maquina de play 2.

Shin Megami Tensei: Persona 3 (ペルソナ3) es el cuarto juego de la serie Persona (Persona 2: Innocent Sin y Persona 2: Eternal Punishment son considerados dos juegos por separado). Desarrollado y distribuido por Atlus para la consola PlayStation 2.


Imagina que despiertas, vas a clase, recibes tus lecciones, comes, vas al club de Kendo, sales con tus amigos y después de todo, vuelves a la residencia para reunirte con una organización dispuesta a combatir el mal que asola a los estudiantes de tu ciudad natal.

Eso es básicamente Persona 3, aunque aquí no se pasará por alto ninguna de las actividades mencionadas. Vive el día a día como el protagonista de tu aventura, construye tu propia “persona” y disponte a tomar decisiones que cambiarán el rumbo de un videojuego que te mostrará un RPG como nunca antes lo habías visto antes.

Persona 3 es una creación que supera a todos sus antecesores con una trama cuidada, una mecánica de juego elaborada y un apartado gráfico que aprovecha de manera sublime, y gracias a un correcto uso del cel-shading, el potencial de una máquina como PlayStation 2. Los que creían que la bestia negra de Sony estaba ya acabada, tendrán que esperar todavía a que dejen de salir videojuegos como este, y es que Persona 3 llega en la ya eterna recta final de PS2 para darnos uno de los mejores RPG para esta máquina.

Un juego de rol cuyo mensaje principal (memento mori o "recuerda que vas a morir") ya nos hace presagiar que no nos encontramos ante una creación cualquiera.

Con un planteamiento oscuro, misterioso y muy enigmático, Persona 3 nos sitúa en la historia de un huérfano que vuelve a la ciudad donde transcurrió su niñez. Tímido, abstraído y equipado con unos auriculares que representan su aislamiento con respecto a la sociedad, este joven adolescente ganará muy pronto consciencia de los extraños sucesos que están ocurriendo a su alrededor.

Después de llegar a la residencia de estudiantes y firmar un extraño tratado, se dará cuenta de que ha sido elegido para formar parte de SEES, una organización secreta cuyo papel es acabar con el mal que está atormentando las mentes de los estudiantes del instituto Gakkoukan, lugar donde tendrán lugar las clases de nuestro joven protagonista.

Adornado por multitud de diálogos, por una buena cantidad de vídeos al estilo anime y haciendo un sabio uso del espléndido motor gráfico del título, todos estos hechos se nos irán presentando en los que suponen los primeros minutos de juego. Será una toma de contacto que nos hará intuir el increíble trasfondo del videojuego, plagado de referencias a la amistad y al vínculo que establecemos con las personas de nuestro entorno.

El mensaje viene a ser que cuanto más nos relacionemos con el mundo, más fuertes nos haremos. En eso consiste nuestra "persona" (de ahí el título del juego), la cual confeccionaremos a través de una estructura RPG que, aunque parezca algo poco común, nos colocará en el día a día de su protagonista principal.

El día a día de un estudiante japonés Dicho día a día, además de suponer una denuncia a la extremada carga a la que se somete al adolescente japonés, se materializará en acciones como asistir a clase, hacer amigos, salir de paseo, apuntarnos a algún club de deporte, estudiar, jugar con el ordenador... Estas tareas, que no serán muy diferentes a las de cualquier estudiante en Japón, supondrán una buena excusa para ponernos al frente de un protagonista que controlaremos en todo momento dentro de la trama que nos propone Persona 3. A lo largo de los varios meses de los que consta el videojuego, iremos mejorando nuestra formación, ampliando nuestra lista de amigos y, en definitiva, enriqueciendo a nuestra "persona" (algo que será crucial para avanzar en el título).

La división del día comprenderá la mañana, el tiempo de clase, la comida, la tarde... y la noche. Una buena parte de la acción discurrirá dentro de las paredes del instituto Gakkoukan, bien en el interior de alguna clase en particular (donde escogeremos si dormirnos o si atender a alguna lección en concreto) o bien deambulando por las aulas y buscando algo que hacer una vez que hayan terminado las clases.

En este sentido, hay que dejar bien claro que no haremos siempre lo mismo. Los desarrolladores de Atlus han puesto un especial énfasis en el problema de la monotonía, de manera que siempre tendremos nuevos retos y los compañeros no se comportarán igual todos los días, además de que, con frecuencia, habrá algún evento especial como aceptar la invitación de un amigo para salir a comer ramen, por ejemplo o que el mismo dia te busquen para varias actividades; no puedes decirles si a todas.


Entrando en la “hora oscura”

Efectivamente, nuestro personaje no deberá olvidar que forma parte de la organización SEES, la cual entrará en un submundo a las doce de cada noche siempre que nuestros compañeros de equipo se encuentren en las condiciones adecuadas.

Acceder a Tartarus (lugar donde se encuentra el mal de los estudiantes atormentados) será algo que fatigará tanto a nuestros compañeros como a nosotros mismos, y ese será un factor con el que deberemos de cargar si es que no queremos perder una noche de descanso.

Durante nuestra estancia en Tartarus seremos, en todo momento, responsables de lo que ocurra. Sólo de nosotros dependerá el continuar la exploración de la casi interminable torre o bien abandonarla para continuar la investigación otro día.

El factor de permitir al jugador determinar dónde poner el límite a este tipo de situaciones es una de las características más determinantes para considerar a Persona 3 como un excelente RPG. Pero no sólo por eso, sino por el hecho de que las batallas y la citada exploración nos darán un poder de interacción que nos permitirá incluso dispersar a los miembros de nuestro grupo para que despejen una zona mientras que nosotros encontramos las escaleras que nos lleven a la siguiente planta.


Dos formas de vida separadas por un solo disparo

Sin embargo, normalmente lo más apropiado será ir en grupo y unir fuerzas para combatir al enemigo. La mecánica de lucha RPG será por turnos y no distará mucho de lo visto en otros títulos del género, aunque eso no quiere decir que Persona 3 no innove. Aparte de contar con el valor añadido de usar el poder de invocación de nuestra "persona" (la cual se podrá mejorar o fusionar a medida que aumentemos nuestro nivel de experiencia), la obra de Atlus nos plantea una dinámica en la que sólo controlamos las acciones de nuestro protagonista, ya que la máquina se encargará de manejar al resto a través de una IA (Inteligencia Artificial) que se mostrará competente en la mayor parte de situaciones.

No han sido pocos los detractores del sistema elegido, pero el caso es que funciona y lo hace bastante bien con un planteamiento que, en no demasiadas ocasiones, nos permitirá lanzar un ataque en grupo contra los rivales pulsando un solo botón.

Con todo lo dicho, parecería que Persona 3 no es más que otro título de rol que sumar al extenso catálogo de PlayStation 2, pero cometeríamos un error si hiciéramos ese razonamiento. Por su concepto de juego, la nueva obra de Atlus resulta convertirse en una experiencia que muchos encontrarán como novedosa. Vivimos el día a día de un personaje y, por ello, las batallas ahora se encuentran en un plano más periférico pero no mucho menos importante.

Durante el día todo es más tranquilo (nos relacionamos con el mundo que vivimos sin demasiados sobresaltos), mientras que la noche se convierte en el escenario de luchas contra seres sacados de las más oscuras de las pesadillas. Por ello es un videojuego de un equilibrio exquisito, donde el punto medio lo pone el propio usuario con sus actos.

El secreto de Persona 3 se halla en que se otorga al jugador un gran poder sobre los eventos del juego, y eso es algo difícil de ver en un género como el de los RPG. Pero, aparte de eso, y adicionalmente al poder de personalización de nuestras "personas", el título de Atlus cuenta con una culminación sobresaliente en todos sus aspectos, empezando por la presentación del videojuego y acabando por sus apartados gráfico y sonoro (sin contar la excelente trama y ambientación que rodea a todo el producto).






Abraham Franky "Persona" Cyborg

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