(Especial Spartacus) Vengeance. (Parte II)

La primera mitad de la temporada se caracteriza por un ritmo lento y sus puntos clímax se basan en la captura, liberación o muertes de personajes secundarios en ambos bandos: esclavos vs romanos; hasta que entra en el juego otro referente traído de la lejana God of the Arena, quien más sino el gran Gannicus Ex Campeón de Capua, el portador del Rudis, símbolo de la libertad ganada en la Arena, quien reaparece en el capitulo V "Libertus", este episodio merece especial atención pues marca definitivamente la escalada de la temporada.


III. La libertad es el camino elegido.

Spartacus se entera del  acto para asesinar públicamente a Oenomaus y Crixus e idea una forma de entrar en la Arena de Capua y rescatarles, en medio de la confusión creada por la batalla en la Arena en la que Gannicus sostiene una lucha personal con Oenomaus plagada de contradicciones y sentimientos de culpa, se revela que su intención era que si Oenomaus debía morir, que lo hiciera como merecía luchando como el gran campeón que alguna vez fue, en la arena como un gladiador y él como su oponente.

Sin embargo en ese momento el plan de Spartacus se desata y entra en escena rompiendo las cadenas de Crixus, Onenomaus y demás cautivos; al tiempo que sus otros compañeros se han escurrido por los tuneles bajo las graderías del coliseo y han provocado un incendio que se extendió por sus bases ocasionando que todo el edificio empiece a colapsar, si señores y señoras Spartacus se trajo abajo todo el coliseo de Capua!!! Símbolo de su liberación total, ya nunca más verá como él o alguno de los suyos es llevado a la arena para morir para entretenimiento de los romanos!!! 


Destrucción de la Arena de Capua

La esperada reaparición del gran ex campeón da nuevos bríos a la historia pues despierta tanto la irresuelta trama con otrora su mejor amigo Oenomaus (ver artículo sobre God of the Arena); pero además Gannicus representa la variable incontrolable; pues él no forma parte de los gladiadores y esclavos que Spartacus ha liderado por meses, y sigue teniendo un hado de “lobo solitario”, con estilo de vida despreocupado y sin principios, que no se compromete con la causa que Spartacus va promoviendo en la región, por lo que Gannicus tiene su propia forma de hacer las cosas, tanto es así que por iniciativa propia Gannicus secuestra a Ilithyia y le lleva al campamento rebelde para que Spartacus la asesine y tome su ansiada venganza de Glaber, al quedar en equidad.

Siendo que Spartacus culpa a Glaber de la muerte de su esposa, con asesinar a Ilithyia quedarían saldadas las cuentas. Sin embargo Spartacus se entera por boca de Ilithyia que el hijo que espera es suyo, eso hace reflexionar a Spartacus y percatarse que su búsqueda de Venganza ya no es solo eso, sino que su deseo es mayor, ahora quiere Justicia; por lo que envía a Ilithyia nuevamente con Glaber para demostrarle que él no es un asesino ni su causa es tan burda como una venganza personal.


Spartacus perdona la vida de Ilithyia

Este acto de Spartacus tiene diversas consecuencias, al tiempo que gana el respeto de muchos de sus seguidores, es criticado por otros,situación que es resuelta en el marco de varias rencillas que se daban a lo interno del grupo de rebeldes, emulado las propias artimañas del bando romano, como la disputa por cuotas de poder entre Galos y Germanos, decidiendo Spartacus que la única forma de resolver tales diferencias es en una noche de luchas entre el campamento, pero no de un bando contra otro, sino mezclando y emparejando a los enemigos como aliados contra otra pareja similar, reviviendo el sentido de la hermandad que tenían cuando eran esclavos de la casa Batiatus, pero ahora reforzando una hermandad para luchar por su libertad.

En dicha noche se logran saldar cuentas y revivir amistades, al tiempo que Spartacus impone condiciones contra algunos nuevos llegados liberados de los puertos de Neapolis, dejando en claro quién es el papá de los tomates y ganando el respeto así como el liderazgo indiscutido en el grupo, el cuál además es reforzado por el apoyo de Crixus, Agron y Mira; en tanto Oenomaus y Gannicus se conforman con esperar lo mejor de la locura que viven y se contentan de renovar su amistad.

En el bando Romano, Ashur gana cada vez más confianza ante Glaber, y le convence de formar un escuadrón de mercenarios y ex gladiadores tras una demostración de sus habilidades como luchador en la que da cuenta de un grupo de soldados romanos sin mayor esfuerzo y advierte a Glaber que él era el menos talentoso de los gladiadores de Batitus, por lo que para enfrentar y eliminar definitivamente a Spartacus necesita otro tipo de guerreros en sus filas. Es así como Ashur tiene la venia para reunir a la peor escoria de la región, escuadrón que también es usado por Glaber para atacar por las noches a sus enemigos políticos y hacer parecer que los actos son cometidos por Spartacus, en una de esas incursiones los hombres de Ashur dan muerte a Seppio un joven político apadrinado directamente por Varinus el opositor en el Senado de Glaber. Estos “éxitos” clandestinos de Ashur le confieren premios por parte de Glaber, uno de ellos es la promesa de libertad tras la muerte de Spartcus, la herencia de la Casa Batiatus y la entrega de Lucrecia como consorte, esta aunque en un inicio intentó oponerse se vio reducida por el secuetro de Ilithyia y no le quedó más que aceptar tal humillación.


-Ashur, el tipo malo que todos adoramos solo un poco menos de lo que le odiamos-

Paradójicamente durante el tiempo de cautiverio de Ilithyia, Glaber descubre sus artimañas para traicionarlo y decide hacer pocos esfuerzos por liberarla al tiempo que empieza un nuevo romance con la joven Seppia, hermana del recién fallecido Seppius; la única que se percata de tal situación es Lucrecia, quien empieza a preparar una salida a su desdicha con Ashur y vengar a Ilityia.

En tanto Ilithyia regresa a Capua es informada por Lucretia del romance de su marido con la joven Seppia y juntas ideas cómo utilizar a la joven en beneficio propio, primeramente le revelan que la muerte del joven Seppio fue ordenada por Glaber y la convencen de seducirlo para asesinarlo en el acto sexual, la joven acepta, pero es una doble trampa, y ella termina degollada por Ilithyia quien finge intervenir para salvar a Glaber con lo que ante los ojos de su marido ella queda redimida y hacen el propósito de no tratar de engañarse más y reconocerse como lo que ambos son, dos verdaderos Monstruos hechos uno para otro.


-Ilityia Cómo no adorarla!!!-

Una vez en su hogar Ilityia logra dar suficientes datos sobre la posible ubicación del campamento de los rebeldes como para que Glaber y Varinus logren planear un ataque definitivo a las faldas del Vesubio.

IV. Un final apoteósico

El ejército Romano marcha hacia el Vesubio, donde se han atrincherado los rebeldes, una primera embestida romana es repelida gracias a las trampas de los rebeldes logrando dar muerte a Varinus, sin embargo no es suficiente y con la llegada de Glaber desde la retaguardia, los rebeldes pierden la posición y deben retroceder al sendero que lleva a lo alto de la montaña, en el camino Oenomaus lucha contra el escuadrón de mercenarios de Ashur y es herido de muerte, no sin antes ser vengado por su amigo Gannicus y sellar su reconciliación final (si ud estimado lector/a ve esta escena y no llora es porque nunca ha tenido un amigo de verdad, he dicho!)

Al estar atrapados entre el precipicio y la armada romana el pie de la montaña, Glaber cree que ha vencido a Spartacus, su plan es dejarlo morir de hambre, pero es presionado por Ilithyia quien desea que lo ataque y le dé un golpe mortal antes que su hijo nazca, pues ella desea parir en la ciudad de Roma, movido por tales impulsos y manipulado por Lucrecia (cada vez más inestable emocional y psicológicamente por las humillaciones y abusos de Aschur) quien expone a Ashur como un traidor, Glaber envía a este último como mensajero al campo de Spartacus para entregar las condiciones de rendición de los rebeldes; cómo es de suponer las condiciones son rechazadas, y no solo eso, Crixus pide la cabeza de Ashur por todo el daño que le provocó a Naevia en el pasado cuando era esclava en la casa Batiatus, es así como Ashur enfrenta su destino pero es ante la misma Naevia con quien combate, ella ha estado entrenando con Crixus y ha crecido como amazona guerrera, tras una delirante escaramuza Naevia decapita a Ashur y envían su cabeza a Glaber como respuesta.

Sin importar la osadía con que defienden su posición Oenomaus no es la única baja del lado rebelde, acorralados en el Vesubio tras varios días sin poder comer debidamente, sedientos y enfermos algunos de los libertos se escabullen para intentar tomar por sorpresa el cerco romano, varios mueren pero la baja emocionalmente más sensible es la de Mira, la compañera de Spartacus; lo que le provoca una ira incontenible comparada solo con la de los dioses.  Al hacerle un tipo de cobertor con matas de enredadera al cuerpo de Mira, Spartacus idea usar las enredaderas para descender por el acantilado y tomar por sorpresa a los romanos, él y sus lugartenientes Crixus, Gannicus y Agron logran la misión y rompen el cerco romano permitiendo que el grueso de los rebeldes descienda por el sendero como una tromba de fuego y acero; en el lugar del campamento romano se da la confrontación final entre Glaber y Spartacus.

Al mismo tiempo en Capua, Ilithyia entra en labor de parto, con su amiga Lucrecia al lado, sin embargo esta no tolera la idea que Ilithyia tenga un hijo en la misma casa donde ella perdió el suyo a manos de la espada de Crixus en Kill Them All, y se lanza contra Illithyia apuñalándola y sacando al bebé para posteriormente arrojarse junto con él al precipicio desde el antiguo ludus de gladiadores, dejando a Ilithyia morir desangrada en medio del  zona de entrenamiento.


La ira de los dioses

En las faldas del Vesubio solo Glaber sostiene su espada contra los ataques de Spartacus, finalmente tras una titánica batalla, el acero del Hacedor de Lluvia atraviesa de lado a lado la armadura romana, y posteriormente le hace beber otro hierro más desafiando a Roma a enviar a sus legiones.

Consumada la venganza, la mirada de los supervivientes es hacia Spartacus buscando una razón una idea de qué hacer ahora que han vencido a la armada de Varinus y Glaber, Spartacus lejos de sentirse saciado por la muerte de su enemigo, mira los rostros de sus amigos y hermanos, él sabe que solo tienen un camino posible, convertir ese manojo de esclavos y ex gladiadores en un ejército, y hacer que Roma tiemble aunque sea en una Guerra de los Condenados!  

Bien, así cerramos la esperada temporada de Vengeance, una etapa que realmente generó grandes expectativas por el lapso dos años de tiempo en que los fans estuvimos al borde de la ansiedad, lamentando la trágica muerte de Andy Whitfield, los diversos cambios en el reparto y las distintas subtramas abiertas con Gods of the Arena, si bien la temporada empezó lenta los productores supieron como dirigirla hacia un final vertiginoso, finalmente les dejo un homenaje final a todos los personajes de los que nos despedimos en esta búsqueda de venganza.


Espero no tardar mucho para traerles la reseña de la tremenda temporada final War of the Damned.



Harlock "Jupiters Cock!" Pirata del Espacio

Comentarios

Anónimo dijo…
Saludos..

He estado leyendo tus artículos y me parece excelente. Pero siendo el que esta redactan dolos. Que opinión tenes acerca de Black Sails, la nueva entrega de Starz. Sabiendo que uno de los mayores terroristas del cine va estar metido.

Te hablo de Michael Bay
Harlock dijo…
Hola amigo Anómimo (por cierto buen nickname) en una entrada anterior escribir una breve reseña de lo que se sabe sobre Black Salis. (http://templo-kaori.blogspot.com/2013/12/banderas-negras-por-todo-el-horizonte_15.html) por si gustas darle una leída, en lo personal no espero mayor cosa, en el articulo expongo los motivos.

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