Anime: Una visión a la II Guerra Mundial


¡Saludos! El siguiente articulo es uno que de verdad me hace reflexionar como amante de la historia, además de que tengo un gusto por lo militar (por mi afición al modelismo) y me da para crear una serie de análisis de lo que fue la segunda guerra mundial, desde varias premisas: la parte humana, la tecnológica, la estratégica, la demencia, el ego, la manipulación  y otras variables. 

Saber que cualquier conflicto armado es una perdida, y esa es la realidad. Los ganadores son totalmente subjetivos sobre los costos humanos, ambientales y sociales que conllevan los conflictos armados de todo tipo y a través de cualquier periodo histórico.

Nota importante antes de seguir para el lector: Debo anotar en primera instancia que se va dar spoiler de ambas películas, por ende recomiendo haber visto las cintas, o sino es preferible que no lean el articulo hasta no ver las mismas, o en su defecto seguir si no les da mucha importante el tema de los spoiler. 

Seguimos...

Con esto en mente se presenta dos variables: una es La Segunda Guerra Mundial y la otra es la animación japonesa; pero para simplificar los términos, la llamaremos “anime” como se le suele llamar popularmente. 

Estas dos variables son, en sus distintos matices, fenómenos muy influyentes en la sociedad japonesa. Las consecuencias del paso de una guerra son de un precio muy alto y Japón lo sabe muy bien. Muchas veces las heridas que nacen con ellas tardan muchos años en sanar e inclusive décadas.

El caso de Japón es especial si nos contextualizamos en la Segunda Guerra Mundial ya que como se sabe, fue la única víctima de las 2 calamitosas bombas nucleares utilizadas en 6 años de guerra. Significando esto no solo el inicio del fin de la guerra con más muertos en la historia, sino, el desmoronamiento social, político y económico del país asiático. 

Este intento de asumir las consecuencias de la guerra se han evidenciado en distintas políticas a los largo de los años. Dentro de esos intentos está el “Monumento de la Paz de Hiroshima” o el “Cementerio estatal para las víctima de la guerra”; siendo los ejemplos quizás más representativos. Sin embargo, no son los únicos. También se han mostrado, entre distintas maneras, en el anime.

Para ponernos un tanto específicos justifiquemos:

El “anime” es la palabra con la cual se le denomina a la animación realizada en Japón. 

Esta tiene una gran tradición y a groso modo se diferencia de la norteamericana por dos razones: el estilo de la animación y que los temas que presenta suelen ser más profundos o aborda ciertas problemáticas desde perspectivas más reflexivas por decirlo de alguna manera. 

El anime se ha convertido en una gran industria saliendo cada cuatro meses alrededor de 15 a 20 series distintas abordando muchos temas y dirigidas a todo tipo de público y en donde el tema de la Segunda Guerra Mundial no se ha escapado de ello. 

El siguiente artículo realizará un análisis a dos de las obras más importantes de la animación japonesa que se contextualizan en el periodo de la Segunda Guerra Mundial, –Hotaru No Haka o La tumba de las luciérnagas y Hadashi No Gen o Gen de pies descalzos–

El objetivo del análisis es entender en primer lugar a la sociedad japonesa durante la guerra mirándola desde dos perspectivas distintas: el del hijo de un marino que fue a la guerra (La Tumba de las luciérnagas) como también, la mirada del hijo de un agricultor (Gen de pies descalzos). Y en segundo lugar, reconocer la importancia de este tipo de arte en la intensión de una reconstrucción social.

ANTECEDENTES HISTÓRICOS

Japón durante la Segunda Guerra Mundial militarmente tuvo un papel muy activo en la guerra siendo parte del Eje y una aliado por estrategia de la Alemania Nazi, la Italia Fascista y los países satélites con afinidad a estos dos.


Habían realizado distintas ocupaciones y obtenido distintas victorias que reafirmaba el poderío que tenían. El auge militar japonés claramente coincidía con el dominio que aún tenía el "EJE" durante la mayoría de años de la guerra.

La gran cantidad de soldados, armas y máquinas, las invasiones a Indochina Francesa, el ataque a la base Pearl Harbor son algunos de los argumentos que justifican esa idea. Sin embargo, esa tendencia no se mantuvo.

Cuando la guerra ya estaba cerca de su final con las Potencias del Eje prácticamente derrotadas y con ello desmoralizadas; sucede un hecho trascendental para la historia de Japón y del mundo. Para los comienzos de 1945, Mac Arthur, líder de la contra ofensiva americana ya había recuperado varias islas del Pacífico Oriental. Estas son las Filipinas, Okinawa, entre otros.

Pero claramente el deseo principal era la ocupación del mismo Japón que años antes había atacado por sorpresa a Pearl Harbor. Es así que el día 6 de agosto de 1945, los norteamericanos lanzaron la primera bomba atómica –apodada como Little Boy– sobre Hiroshima y tres días después, ante la negación de rendición por parte del emperador Shōwa, lanzaron la segunda bomba –Fat Man– en Nagasaki.

Luego de este hecho las fuerzas japonesas no tuvieron más opción que rendirse. Esto contra su cultura de lucha hasta la muerte, es importante este dato y el porque los aliados y sobre todo Estados Unidos tomaron esta terrible decisión; ya que ellos sabían que el coste vidas hombres y recursos que iba a tomar para poder "vencer" a Japón era enorme y ni aun así podían asegurar un victoria contundente sobre los nipones.

Habían sufrido un duro golpe por el impacto que tuvo y la sorpresa que generó el saber que existía una arma como tal. La inevitable rendición de Japón se dio en el acorazado Missouri entre Mac Arthur y los representantes del gobierno japonés. Marcando así el inicio del fin de la guerra y un país devastado.

El anime en la guerra y la posguerra 

Para aquella época ya existía la animación en Japón y la guerra no los hacía reacios a abordar los temas de aquella coyuntura. 

Es así que en estos tiempos aún podemos recuperar trabajos como el de Kenzō Masaoka con la excelente pieza de Osaru no Sankichi bokusen o Sankichi el mono (1942), en donde se muestra un conflicto bélico aéreo entre los monos y osos que representan al parecer a los japoneses y a los soviéticos.

Entre el mismo año y el siguiente salió Momotarō no Umiwashi o Las águilas marinas de Momotarō (1942) de la mano de Geijutsu Eigasha. 

En la cual recrean el ataque a Pearl Harbor. Posteriormente, salen algunos trabajos en las cuales hacen algún tipo de referencias bélicas. Pero las mencionadas son las más importantes de la época por la gran audiencia que tuvieron a pesar del contexto.

Durante la posguerra, la industria del anime también sufrió las consecuencias de la pérdida y la presencia de este tipo de animación escaseaba durante un buen tiempo a pesar de la necesidad de cerrar las heridas. 

La animación norteamericana alcanzó gran renombre mediante la marca de Walt Disney. De hecho, si querías olvidarte de los problemas, leer un manga o ver un anime era algo que lo permitía. Con la llegada de las décadas de los 70 y 80, Japón entra en una etapa de recuperación económica, aunque engañosa, pero que permitió que el anime evolucione y surjan una gran cantidad de series animadas que crearon las bases para que este se popularice no solo en su país, sino a nivel mundial.

 El estudio de animación GHIBLI (1985) fue una de las marcas que forjaron esas bases.


Sus fundadores, Hayao Miyazaki e Isao Takahata, crearon obras de gran impacto por los temas que trataban y como lo abordaban; y además, fueron personas que vivieron la guerra en carne propia. Es así que, por medio de este estudio, salen a la luz una de las fuentes que vamos a analizar y que es una de las obras más representativas del estudio:

“La tumba de las luciérnagas” dirigida por Isao Takahata del año 1988. Y por el otro lado, mediante el ahora muy reconocido estudio de animación Madhouse (1970): “Hadashi No Gen”, que tiene dos partes; la primera dirigida por Mori Masaki y la segunda por Toshio Hirata.

La tumba de las luciérnagas y Hadashi No Gen 

Es verdad, cuando vemos las dos películas, encontramos un aspecto que resulta trascendental: el drama. Si bien los protagonistas de las dos películas son niños, el público al cual va dirigido no el mismo. 

Es un sello por parte de las animaciones japonesas: casi la totalidad de ellos son protagonizados por niños pero no todos son dirigidos a un público infantil. 

Muchos de ellos tocan temas muy profundos difíciles de entender incluso para un adulto. 

Las películas te muestran de manera muy explícita el horror de la guerra.

Seguramente el caso de La tumba de las luciérnagas es algo más desgarrador. La historia, que está basada en la novela homónima de Akiyuki Nosaka, se ubica meses antes de la rendición de Japón en la que las fuerzas Aliadas acosan constantemente a diversas ciudades antes del lanzamiento de la primera bomba nuclear. Se entiende que los dos protagonistas: 

Seita y Setsuko (hermano mayor y hermana menor), son hijos de un marino. Es por eso que tienen una posición medianamente acomodada pero no dejan de sentirse vulnerables ante los amedrentamientos de las fuerzas enemigas. Seita, posee un sentimiento nacional muy fuerte. Tiene muchas esperanzas en las fuerzas militares de su país. 

Esperanzas que podrían ser justificadas justamente por esa relación con el padre que es un militar. Cuando vemos Hadashi No Gen no nos encontramos con el mismo caso. 

El protagonista, Gen, tiene una familia sin ningún tipo de parentesco militar, más bien, viven de la agricultura y otros trabajos manuales, y en un diálogo el padre de este, reclama el desistir de la guerra de una vez. Claramente son dos sentimientos distintos. Por un lado, el estar cegado y defender una guerra perdida y por otro la mirada más realista por parte de la población común.


Sobre la situación de la guerra, las dos películas nos muestran aspectos muy parecidos: la escasez de alimentos, la falta de abastecimiento en los hospitales, el miedo generado por las amenazas, los refugios, entre otros temas. Esto nos demuestra pues como la era la realidad durante los años de la guerra en Japón.

Es muy interesante este enfoque que le dan las dos películas porque como lo dije anteriormente, lo que salía sobre la guerra y durante la guerra eran especies de recreaciones bélicas.

Sin embargo, los temas evolucionan y ahora es meramente realista y social.

La crudeza de la guerra te la muestran tajantemente. La escena del encuentro entre Seita y su madre casi muerta es simplemente impactante y es el ejemplo de cómo eran tratados los enfermos y caídos de guerra durante la coyuntura.

Sin duda, Gen de pies descalzos tiene más referencias sobre la guerra. La tumba de las luciérnagas es el caso de dos niños huérfanos que tendrán que sobrevivir solos casi la mayor parte del tiempo luego de la muerte de su madre. En un país donde escaseaban las cosas, los muchachos tendrán que batallar por sobrevivir.

El dramatismo es muy intenso en la película.

Si bien se utiliza mucho el contexto, las escenas y el sufrimiento giran en torno a valores personales de los distintos personajes como el de la tía egoísta, el obstinamiento de Seita o la ternura de Setsuko pero, no resultado de la guerra directamente aunque inherente.

En el caso de Hadashi No Gen todo pasa por la guerra y existen más referencias históricas. Esta película trata sobre lo que tendrá que pasar Gen y su madre luego de ser unos de los pocos sobrevivientes de la bomba en Hiroshima.

Los relojes se detuvieron segundos durante el impacto de la bomba, ambas películas lo ejemplifican

Hacen referencia a la hora del lanzamiento, la declaración por radio en la cual Japón se rinde, las repercusiones de la misma bomba: los desastres físicos, los rezagos biológicos. Mucha gente muere a raíz de los efectos posteriores y lo muestran de manera cruda. Una sociedad dominada no solo por el hambre, sino la desesperación de la muerte alrededor suyo, las enfermedades, a la falta de apoyo y esta se evidencia en la misma muerte y en la locura.

Los personajes principales en las películas son distintos ya que representan cosas distintas, casi opuestas. Mientras Seita representa al dolor, el sufrimiento; Gen, da una idea más de optimismo, tiene una actitud distinta. Aunque hay que decir que en ese aspecto Gen es más joven y tiene actitudes más infantiles. Sin embargo, muestran bastante bien las necesidades de la época, te revela una realidad y lo difícil que debió haber salido de ese hoyo. 

Sin duda, te muestran una realidad cruda y despiadada. Isao Takahata representa de manera estupenda el dolor de los dos hermanos. 

Tanto así que se puede decir que es gracias a su propia vivencia como testigo de la guerra. El caso de Seita y Setsuko pudo haber sido el caso de miles de niños que quedaron huérfanos y tuvieron que afrontar la vida solos. No es ficción totalmente. Recopilando. Al ver las dos películas estamos viendo lo amargo de la guerra desde dos perspectivas distintas y desde dos personalidades distintas. 

En Hotaru no Haka es casi imposible no ponerse en el lugar de los dos hermanos. Es increíble fijarse como la aproximación a la guerra no es suficiente para generar empatía hacia las demás personas que aparecen en la obra. Deduzco que el presenciar la muerte desde un lugar muy cercano a veces deshumaniza a las personas y eso se ve muy claramente en la que un trabajador de la estación del tren dice sin ningún tipo de pena o asombro al ver a Seita muerto: ¡Ah, otro más!

Fue muy común en la época ver la muerte. Después de una época seguramente de miedo y de ponerse en el lugar del otro, viene una en la que estamos tan acostumbrado de verla que no asombra.

Hadashi No Gen utiliza una técnica distinta. En esta obra son muy utilizados los simbolismos. La muerte es retratada por calaveras y el fuego; la locura es espectacularmente montada. Es interesante no solo ver a Gen, sino a las demás personas. Es verdad que suceden hechos un poco menos creíbles como la rapidez con la que asumieron la muerte de sus familiares e inclusive la aparición de un chiquillo idéntico al hermano. 

Pero si analizamos el trasfondo, nos encontramos con realidades distintas. Mientras en La tumba de las luciérnagas nos muestran a una sociedad ingrata, egoísta, individualista, adolorida desde una visión del hijo de un marino; en Hadashi No Gen vemos a una sociedad más optimista, que inclusive luego de la locura puede invitar un poco de leche materna a una niña que no es la suya u hospedar a un desconocido cuando no tienen ni que comer. 

En Hadashi están también muy cerca de la muerte, también hay niños enfermos que no soportan las consecuencias de los ataques, ellos son los sobrevivientes de la bomba en Hiroshima pero de alguna manera representan a la esperanza; sobretodo por Gen, portador de las ideas de su padre. 

CONCLUSIONES 

Es innegable el papel que juegan los medios audiovisuales para formar una relación entre el pasado y el presente de manera que pueda llegar a conocerse y entenderse. La tumba de las luciérnagas y Gen de pies descalzos son un espejo. Un espejo de la sociedad, de la realidad, el sufrimiento de aquella época y que sea hecho con un estilo animado no le quita esa carga real; es un medio más para conocerla.


El caso de Japón es trascendental. 

Estas películas son de la década de los 80; cuando no habían pasado ni cincuenta años de los hechos. Gente que vivió dicha época lo tomaron también como un medio de reivindicación social. No de olvido, de memoria. Estas películas aportaron a conocer un pasado colectivo y reconstruir una nación partiendo también de ello. 

El éxito de estas películas fue importante en los años que salieron y hasta el día de hoy son considerados obras de culto y de las muestras más importantes de cine antibelicista. Son el intento de cerrar algunas heridas que aún no sanan y que necesitan ser curadas.

Franky Cyborg

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