Carta de Actriz Porno a su hija

 



Aurora Snow está a pocos meses de dar a luz y, como muchas mujeres, espera el nacimiento de su hijo con gran ilusión. Pero también siente un gran temor. Snow ha sido actriz y modelo porno por muchos años y vive angustiada por el día en que su hijo encuentre sus fotos o vídeos en la web. Es por eso que decidió escribirle una carta que ahora da la vuelta al mundo.

Este es el texto completo de la carta:

Hijo mío,

Escribo esta carta cuando aún no has nacido. Tu llegada al mundo está para mediados de diciembre. Para cuando leas esto, ya tendrás suficiente edad como para navegar por internet, interesarte por las mujeres y saber quién es Aurora Snow.

He sentido temor por ese día desde hace mucho tiempo y solo espero que leas esta carta antes de que encuentres esas fotos o vídeos que muestran a tu madre de una forma en la que nunca quise que me vieras. Déjame explicar.

Un gran letrero impreso me atrapó: Chicas desnudas ganan hasta $2000 por día.

Tu madre creció siendo muy muy pobre. A inicios del 2000, estudiaba en el colegio UC Irvine y aún cuando era parte del Cuadro de Honor de la escuela, obtenía excelentes calificaciones y trataba todos los días de conseguir un empleo, me estaba ahogando en deudas por créditos para estudiar.

Frustrada y sintiendo que mis oportunidades de sacar una carrera universitaria se alejaban, respondí al anuncio publicado en un diario de Orange County. El anuncio grande me capturó: chicas desnudas ganan $2000 por día.

No tenía vergüenza y necesitaba el dinero. Creía estar segura de que nunca querría formar una familia. Era una época antes de que todo y todos estuvieran en línea y yo de verdad creía que me podría esconder de mi mamá, mi papá y mis hermanos. ¿Qué podía perder? Planeaba solo hacerlo por un año, pagar mis deudas y alejarme, dejando todo atrás. Pero las cosas no funcionaron así.

La atención que recibía en ese trabajo me hacía sentir bien. El dinero era increíble. Pero aún con toda la atención que recibía, nunca me sentí bonita. Pensaba que, en cualquier momento, mis jefes se darían cuenta del error que cometieron al contratarme y que me enviarían a casa para poner en el escenario a una chica hermosa. Eso nunca sucedió. Y el trabajo como modelo desnuda me guió hasta una persona que me ofreció tener sexo frente a una cámara. Era mucho más dinero. Dije que si, y eso me llevó por el camino de la producción de cintas para adultos.

Por razones más allá de mi propio entendimiento, siguieron pidiéndome que hiciera películas. De repente, yo aparecía en posters, fotos de películas y hasta en shows de televisión.

Tu bisabuela fue la primera en darse cuenta de mi profesión secreta (me vio en un casete de vídeo en casa un amigo) y rápidamente se lo dijo a tu abuela y tíos. Aún y cuando los desilusioné por mis decisiones, nunca dejaron de amarme y siguieron a mi lado, pese a todo.

Tu abuela pensó que yo debería de trabajar con mi cabeza y no con mi cuerpo. Se preocupaba mucho por mí y siempre tenía la esperanza de que yo encontrara la salida. Nunca hablé de esto directamente con tus tíos; esto siempre ha sido el elefante blanco en la habitación…

Tu abuelo estaba viviendo en otra ciudad y se dio cuenta de mi trabajo cuando me vio en el show de televisión de Howard Stern. Viendo hacia atrás, me siento muy agradecida de haber sido una de las pocas mujeres que mantuvo la ropa puesta en ese programa…

En este punto de tu vida, espero haberte enseñado algo importante sobre la honestidad y por eso estoy siendo honesta contigo. He hecho todo lo que puedas imaginar en mi carrera como actriz porno y si escarbas un poco encontrarás cosas que te parecerán desagradables. Puedo decirte con franqueza que lo hice todo con un sentido de profesionalismo y, como cualquier otro trabajo que he tenido, siempre traté de hacer todo de la mejor forma posible. A veces, hacer mi trabajo bien implicaba hacer cosas desagradables. Espero que nunca lo veas.


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Algo cambió mi vida el 20 de febrero de 2009. Tu tío Keith tuvo un terrible accidente en motocicleta y se quebró el cuello. Sus dos hijos pasaron bajo mi cuidado. No tenía idea de qué hacer con los niños y me vi obligada a aprender para poder cuidarlos por varios años. Durante ese tiempo, algo cambió. Siento que algo muy poderoso cambió dentro de mí cuando uno de mis sobrinos me abrazó, me confió su vida y me dio su amor incondicional. En ese momento me di cuenta de que ‘Oh Dios, quiero una familia propia’.

Nunca creí en el amor y tenía terror de cualquier cosa que me atara. Era un espíritu libre con la sensación de que podía elegir tomar o dejar cualquier cosa en el momento en que quisiera pero esas sensaciones desaparecieron cuando me di cuenta de todo lo que me estaba perdiendo.

Mis prioridades cambiaron. Dejé de ser esa mujer que estaba dispuesta a cualquier cosa y me convertí en una mujer con un objetivo. Quería una familia propia pero primero tenía que encontrar con quién formarla. No era una tarea sencilla. Un amigo me presentó a un muchacho del medio oeste quien producía programas de televisión. Era cariñoso, encantador y muy orientado hacia la familia.

Aún y cuando yo quería abandonar el negocio, resultaba difícil dejar de lado algo que has hecho durante una década de tu vida. Tu padre reconoció el ciclo por el que yo estaba pasando y me dijo ‘solo debes apretar el botón de expulsar’. Era el consejo que yo estaba dispuesta a recibir. Por primera vez en mi vida, tenía tanto la motivación como el coraje para abandonar aquel negocio.

Hijo, espero que esto te ayude a entenderme y evite que hagas clic sobre esos links de vídeo. Las elecciones que tomes pueden cambiar el rumbo de tu vida de formas en las que muchos desaprobarán.

Pese a que lo yo creía en ese entonces, ahora estoy dando explicaciones de esas decisiones que tomé. Todo en la vida se reduce a decisiones. No puedo decir que debí de haber tomado mejores decisiones porque cada una de esas cosas que elegí me llevaron hasta aquí y por nada del mundo dejaría de vivir esto. Cuando tienes 18 años, es muy fácil pensar en el futuro y decidir qué hacer o no pero 10 años después, en retrospectiva, las cosas cambian.

Así que recuerda que cuando vayás a tomar las grandes decisiones de tu vida, debes pensar si podrás vivir con las consecuencias. Mi respuesta a eso está en esta carta que espero hable por sí sola. 

Con amor, Mamá

TEXTO ORIGINAL:  Tomado de CRHOY -Enlace acá- 

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